Últimamente he hablado con varias personas que me han dicho que antes eran bastante introvertidas, pero que ya no lo son tanto; o al contrario, que se han vuelto introvertidas con el tiempo.
María Mikhailova, del blog Creando Felicidad, me ha animado a reflexionar sobre el tema: ¿nacemos siendo introvertidas, o la introversión es algo que vamos adquiriendo a medida que crecemos?
¿Podemos modificar nuestro nivel de introversión/extraversión?
Y, sobre todo, ¿qué significan estos cambios en nuestra vida?
¿Son una señal positiva, o nos indican algún tipo de desajuste personal?
Las 4 posibilidades
Vamos a empezar por definir las 4 posibilidades que existen en la evolución de nuestra personalidad:
#1 Infancia introvertida + Adultez introvertida: son personas que, desde que nacieron y hasta la actualidad, han mostrado una personalidad introvertida. Es un caso típico de “introvertida que nace”.
#2 Infancia introvertida + Adultez extravertida: son personas que han ido abandonando los rasgos más característicos de su introversión, para considerarse extravertidas en su vida adulta; lo relacionaremos con conceptos como habituación o la teoría del rasgo libre. Es la “introvertida que se deshace”.
#3 Infancia extravertida + Adultez extravertida: personas que se han considerado extravertidas durante toda su vida.
#4 Infancia extravertida + Adultez introvertida: personas que mostraban un comportamiento más bien extravertido en la infancia pero que, con el tiempo, se han ido volviendo más introvertidas. Se relaciona con conceptos como la sensibilidad y la timidez. “Hablamos de la introvertida que se hace”.
#1 INFANCIA Y ADULTEZ INTROVERTIDAS > la introvertida que nace
El recién nacido nace con un nivel determinado de sensibilidad/reactividad en su sistema nervioso, en especial su amígdala y la formación reticular ascendente.
Este nivel de sensibilidad o reactividad determinará que muestre un temperamento más introvertido o más extravertido.
Cuando hablamos de una «introvertida que nace» asumimos que el nivel de sensibilidad de su sistema nervioso se ha mantenido estable con el tiempo.
Sigue siendo más reactivo que el de una extravertida, y por eso se muestra más reservada, prefiere los entornos tranquilos y desarrolla un nivel mayor de reflexividad y análisis.
Pero esto no es suficiente. Se necesita que su entorno aprecie su forma introvertida de ser, que la tolere o que no la castigue. O, si la castiga, se requiere del niño las habilidades necesarias para hacerles frente.
Si el entorno no afirma su forma de ser, o la niega directamente, y si el niño no cuenta con herramientas para mantenerse fiel a sí mismo (algo que suele suceder con frecuencia, especialmente en niños sensibles como los introvertidos), su introversión se “deshará”.
Pero si el niño introvertido crece aprendiendo a afirmarse a sí mismo, a potenciar sus puntos fuertes y gestionar sus puntos débiles, y no vive experiencias que le motiven (o lo obliguen) a cambiar su personalidad, esta se mantendrá estable.
Son las introvertidas cuya forma de ser (y de vida) se ha ido construyendo de manera coherente con su tendencia innata a la introversión.
Por último, puestas a analizar todas las posibilidades, también cabe imaginar que una persona nazca introvertida y se mantenga introvertida por presión del entorno. La persona se plantea cambiar ciertos aspectos de su personalidad (ser más gregaria y salir a fiestas, por ejemplo), pero no los lleva a cabo para conservar la aprobación de las personas que le rodean.
#2 INFANCIA EXTRAVERTIDA Y ADULTEZ INTROVERTIDA > la introvertida que se hace
En este caso, el niño nace con un sistema nervioso poco sensible, lo que hace que muestre un temperamento extravertido en sus primeros años de vida.
Es gregario, espontáneo, impulsivo, alegre, dinámico, activo…
Pero, con el tiempo, se vuelve introvertido. Hay distintos factores que pueden explicar este cambio:
>> su entorno no aprecia, no tolera o incluso castiga su forma extravertida de ser (muy frecuente en culturas o familias que aprecian las cualidades que aporta la introversión)
>> sensibilización: su sistema nervioso se va haciendo más reactivo, como el de una introvertida
>> evolución natural de la personalidad: según el modelo de Los Cinco Grandes (rasgos de personalidad), las personas tendemos a mostrar niveles más reducidos de extraversión (mostrándonos más introvertidas), conforme nos hacemos mayores
>> elección personal (teoría del rasgo libre): son personas que, conforme crecen, empiezan a apreciar y valorar otras actividades más solitarias y tranquilas, así como la reflexividad frente a la impulsividad
>> crisis de mitad de la vida: es habitual en las personas de mediana edad afrontar la segunda parte de su existencia planteándose un cambio de forma de vida que les aporte las experiencias que no han vivido en la primera
Es el caso, por tanto, de niños que han aprendido a aquietar personalidad extravertida para ganarse la aprobación y el cariño de sus padres, compañeros, profesores, pareja, “la sociedad”…
Es el caso también de los adultos que han pasado por diversas experiencias que les han hecho volverse más reservados y solitarios.
No tienen por qué ser situaciones negativas. Puede que, simplemente, se hayan dado cuenta de que disfrutan más con ciertas cosas que antes no apreciaban.
Es decir, este cambio puede ser indicativo de evolución natural y sana de la personalidad del adulto para adaptarse a los distintos valores y prioridades que van surgiendo en su vida, o la indicación de que se ha “desalineado” de sí mismo.
#3 INFANCIA INTROVERTIDA Y ADULTEZ EXTRAVERTIDA > la introvertida que se deshace
Es el caso de personas introvertidas que dejan de serlo.
Personas como Mamen, de Universo Flow, con la que hablé hace poco del tema y que ha sido la detonante (junto a María Mikhailova) de este artículo.
Te confieso que la conversación con Mamen me re-movió por dentro. Y mucho. Me resultaba incomprensible y antinatural esta posibilidad, e hizo que me sintiera bloqueada, confundida y ofendida durante algún tiempo.
Hasta que me di cuenta de que toda esta reacción se debía a que, inconscientemente, yo me estaba preguntando: ¿por qué alguien iba a (querer) dejar de ser introvertida?
Al fin y al cabo estoy promoviendo que la sociedad, especialmente las personas que somos introvertidas, veamos la introversión como algo positivo.
Y el caso de Mamen me obligó a plantearme que puede haber personas que dejen de ser introvertidas de manera natural. Y que eso no es ningún crimen.
Veamos cuáles pueden ser los motivos para dejar de ser introvertida:
>> el entorno no aprecia, no tolera o incluso castiga, la forma introvertida de ser del niño/joven/adulto, que niega esta parte de sí mismo e intenta comportarse de manera más extravertida
>> el sistema nervioso, innatamente sensible, se habitúa a la estimulación, reduciendo su necesidad de aislamiento y tranquilidad, permitiendo a la persona volverse más extravertida
>> elección personal: las experiencias y valores de la persona, de acuerdo con la teoría del rasgo libre, le permiten actuar como una alguien más extravertido en aquellas situaciones que responden a un proyecto personal importante (esta, junto con la anterior, parece ser la explicación más razonable en el caso de Mamen)
En definitiva, la persona va descubriendo hobbies, profesiones, o un modo de vida que le atraen: quiere salir más, no necesita estar tanto tiempo sola, las reuniones sociales no le desgastan tanto…
Querer vivir estas situaciones atractivas para la persona la lleva a exponerse a ellas, con lo que su cerebro va aprendiendo a tolerar la alta estimulación que recibe en estas circunstancias.
Sin embargo, también es posible que este cambio sea señal, al igual que en el caso de la “introvertida que se hace”, de un desajuste en la personalidad. Que la persona realmente no se sienta extravertida, pero que haya aprendido a comportarse así para ganarse la aceptación de los demás.
Es el caso de muchas introvertidas, y el motivo principal por el que existe IntrovertidaMenteTuya: para ayudar a las personas introvertidas que han creído que su introversión es un defecto y que tienen que eliminarlo u ocultarlo al mundo.
¿Y qué pasa con LAS AMBIVERTIDAS?
Las personas ambivertidas son aquellas personas que están en un punto bastante central del continuo introversión-extraversión, o que muestran tantos rasgos de introversión como de extraversión.
No son especialmente solitarias ni tampoco extremadamente gregarias. No son tremendamente analíticas pero tampoco espontáneas.
O a veces se muestran muy solitarias y otras muy gregarias, a veces muy analíticas y otras muy impulsivas.
Si añadimos la ambiversión a la combinación de posibilidades que comentábamos al principio, vemos que las personas pueden:
- nacer siendo claramente introvertidas o extravertidas y evolucionar hacia un punto medio de la escala
#5 Infancia introvertida + Adultez ambivertida: porque su entorno desprecia/castiga la introversión, porque su cerebro se habitúa a la estimulación o por elección personal (teoría del rasgo libre).
#6 Infancia extravertida + Adultez ambivertida: porque su entorno desprecia/castiga la extraversión, porque su cerebro se sensibiliza a la estimulación o por evolución natural de la personalidad (los cinco grandes).
- nacer siendo ambivertidas e ir inclinándose con la edad hacia un extremo u otro:
#7 Infancia ambivertida + Adultez extravertida: por habituación, negación de la parte introvertida y/o afirmación de la parte extravertida.
#8 Infancia ambivertida + Adultez introvertida: por sensibilización, negación de la parte extravertida y/o afirmación de la parte introvertida.
De qué sirve saber todo esto
Conocer las #8 posibilidades de desarrollo de tu personalidad (y con cuál de ellas te identificas en este momento) así como los motivos o razones que favorecen que te mantengas fiel a ti misma o cambies tu manera de ser te ayudará a entender mejor por qué eres como eres y haces lo que haces.
Podrás así mirar en tu interior y descubrir si estás actuando guiada por motivos y elecciones internas y personales, o si estás (o has estado) influida por factores que no dependen de ti y que te gustaría cambiar.
Es decir, sabrás si eres introvertida o extravertida por decisión propia, porque es lo que quieres y necesitas en esta etapa de tu vida, o si estás basando tu vida en exigencias o negativas externas.
Podrás empezar a tomar decisiones más alineadas con lo que realmente buscas en tu vida en base a tu verdadera forma de ser y tus necesidades en este momento.
Podrás hacer los cambios que necesites para vivir de manera más consciente y coherente, respetando tus necesidades.
Conclusiones
Existen múltiples posibilidades de desarrollo. Hay quienes nacen introvertidas, quienes se vuelven introvertidas y quienes dejan de serlo. Y esto puede ser algo positivo o no, hay que analizar los motivos en cada caso.
Espero que todo este análisis de posibilidades te ayude a comprenderte mejor, y a sentirte más cómoda y segura con tu experiencia de vida.
Que no pienses que cambiar es síntoma de indecisión o volubilidad o ser demasiado dependiente del exterior, porque hay casos en los que cambiar es lo más positivo para apoyar tu desarrollo personal.
También espero que no pienses que mantenerte estable, siempre igual, es algo negativo, porque puede que tus necesidades no hayan cambiado y, en ese caso, seguir igual es lo mejor que puedes hacer por ti.
Tengo mucha curiosidad por saber con qué caso te identificas (la introvertida que nace, se hace o se deshace). Si te apetece puedes compartirlo en los comentarios, y contarnos cómo ha sido tu experiencia.
Yo soy una “introvertida que nace”, pero me negué a mí misma hasta hace muy poco. Diría que por un tiempo “me deshice” y ahora me estoy “rehaciendo” ,)
¿CANSADA DE SENTIRTE INFERIOR?
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Irtha desde el primer momento que visité tu blog comencé a recordar a la niña introvertida que antes yo era, muy metida en mi mundo, me costaba socializar y la timidez era mi mayor característica, pero desde la adolescencia todo eso cambió, pasé de la introversión total a una extroversión casi que irreverente, claro que con los años ha mermado, pero me gustaba ser el centro de atención y ser la grasiosa del grupo, lo cual hasta me ha hecho saber que por mucho tiempo tuve problemas para escuchar a los demás porque siempre quise imponer mi opinión, pero ahora soy más retraída y ensimismada, igual sigo siendo graciosa y no me cuesta hablar con alguien a quien nunca he visto o tener largas horas de conversa dentro de un grupo, pero ahora prefiero más la soledad y busco espacios que sean solo míos, pero gracias que te he leído, me he podido dar cuenta que la introversión es más común de lo que creemos, de hecho en estos días, íbamos a entrar a un lugar público y me doy cuenta que mi esposo y mi hija prefieren que yo entre primero, lo ví como una especie de barrera que proteja la timidez de ambos, ya que yo no tengo problemas para colocarme en frente para entrar a un lugar donde todos posen sus miradas en ti, pero ellos sí la tienen, así que allí identifiqué claramente que la introversión es parte de nuestro mundo y que muchos se refugian en la extroversión de otros.
Como siempre ha sido un placer leerte.
¡Un abrazo!
!Qué vida tan movida, Eliana!
Cuántos cambios… qué interesante.
Permíteme que opine sobre tu trayectoria personal y la de tu familia: creo que en tu infancia más que introvertida fuiste tímida; ahora sí que dirías que eres introvertida, por el tema de buscar ESPACIOS DE SOLEDAD =)
En el caso de tu marido y tu hija, evidentemente es difícil decirlo a partir de lo poco que comentas, pero cabe preguntarse si es introversión o timidez. Yo diría que timidez.
Si se ponen detrás de ti por vergüenza (por sentirse diferentes, pensar que van a ser juzgados negativamente, y que no pueden soportar esta sensación), es timidez.
Si lo hacen porque les abruma a nivel fisiológico el primer contacto con otra persona, no por inseguridad, sino porque los estímulos externos (el ruido, las miradas, la charla) e internos (los pensamientos) les activan a un nivel que resulta incómodo, entonces diría que actúan así por introversión.
Pero me resulta muy interesante tu reflexión. Es muy cierto que la introversión es más común y natural de lo que nos hemos creído, y que las introvertidas nos apoyamos en determinadas circunstancias en las habilidades de las extravertidas, las introvertidas-extravertidas o introvertidas sociables, o introvertidas más habituadas, menos sensibles.
Al igual que las extravertidas se apoyan en nosotras en otros momentos, más íntimos, más de mostrarse desde el interior.
Un placer tenerte por aquí y crecer con tus aportaciones.
Abrazos.
Wow! Qué articulazo más currado, Irtha! Un verdadero lujo leerte… Aquí está mi eterno dilema: ahora soy claramente introvertida, pero de pequeña mi padre me regañaba mucho por mi forma de ser escandalosa e hiperactiva. Con sólo contarte que a los 5 años rompí con la frente la puerta de cristal de la cocina (y recibí mis primeros puntos en la frente sin anestesia…) ¿Será este hecho traumático el que hizo que recapacitara y cambiara? ¡Para nada! A la semana siguiente volví a darme con el nuevo cristal y se me despegaron los puntos (lo reconozco, también soy extremadamente patosa… si alguna vez viste Mujeres Desesperadas, yo soy muy Susanne jeje). Recuerdo mi infancia alternando momentos de alta actividad, de querer estar en el centro de atención y hacer payasadas en la boda de mi tía( porque yo no era la prota y quería serlo a toda costa) pero también recuerdo momentos de leer cuentos durante horas, de jugar sola y pasármelo bien. Seguramente nací ambivertida, según leo en tu artículo.
Efectivamente, fue la desaprobación de mi padre (no soportaba que fuera tan escandalosa y curiosa, aunque era una copia mucho más light de lo hiperactivo que fue él de pequeño), unida a cambios importantes en mi vida, cuando mi familia emigró a España, que cambiara totalmente mi forma de ser. Me volví una chica solitaria, callada… probablemente porque era lo que podía hacer en aquella situación. Me aficioné a la escritura y a la lectura, empecé a pensar mucho y así soy a día de hoy, aunque reconozco que me gustan grupos de gente, me encanta viajar en grupo, me gusta salir a bailar y a veces hasta me descubro disfrutando hablando en público y siendo el centro de atención (pero solo a veces).
Sé que mi forma de ser introvertida me gusta, porque me apetece estar sola o pasear sola o en pareja, pero también sé que tengo una parte gregaria que de vez en cuando despierta y me viene bien. Gracias por este super-artículo con tanta información interesante. Hoy recomendé tu blog a una suscriptora mía y al parecer le ha gustado mucho. Un abrazo, amiga!
Menudo trasto estabas hecho! Quién lo diría… =)
En tu caso diría que te serenaste y reprimiste un poco por la experiencia personal, pero que más bien has sido ambivertida de toda la vida ,)
Eres de ese tipo de ambivertidas que no es que no sean ni una cosa ni la otra, sino que muestras características de las dos (introversión y extraversión), en distintas ocasiones, imagino que en función de tu nivel de energía y de tus necesidades en ese momento.
Yo siempre he sido MUY tranquila. Y lo de los grupos me cuesta más, porque es demasiada información que analizar en el momento, me saturo y me bloqueo.
Muchas gracias por seguir mostrándote y dándote a conocer en mi blog. Es un placer tenerte aquí.
Un abrazo grande!