Si te falta amor, aprobación o afecto ajenos, es lógico esperar conseguir amor, aprobación o afecto ajenos para satisfacer esa necesidad.
Pero, ante esta situación, la mayoría de nosotras somos tratadas con relativo desprecio (por ser inseguras y demandar esa atención) y recibimos el mensaje de: ve y ámate a ti misma.
¿Es lógico?
Yo creo que no.
Y te voy a contar por qué, y cuál considero yo que es realmente la solución, la cura, a la falta de amor ajeno (¿y/o propio?) que tanto nos afecta.
Compórtate como una persona adulta…!
Vemos a gente que demanda atención, hambrientas de reconocimiento, sedientas de afecto… actuando de maneras muy distintas pero todas rezumando falta de amor propio, de seguridad, de confianza, de autoestima.
Y reaccionamos con asco, con desprecio… con superioridad.
Vemos sus carencias y su comportamiento, y nos parece inadecuado.
Creemos que, como adulta que es, debería mostrar más seguridad.
Debe ser fuerte, aguerrida. Nada de mostrar esa debilidad, esa vulnerabilidad, como si estuviera indefensa, como si no pudiera cuidar de sí misma…
¿Qué eres, un niño?
Y como niño indefenso lo tratamos, respondiendo con crudeza, con dureza, a sus dudas, a sus miedos… para “prepararle” para la vida, para hacerle fuerte.
» No todos reaccionamos, o reaccionan así, ante personas inseguras, pero muchas de las personas que lean este artículo seguro que estarán de acuerdo conmigo en que son más de las que nos habría gustado encontrarnos en toda una vida.
Sin embargo, tal y como (algunas personas) hemos empezado a entender con los niños, lo que más necesitan para superar su inseguridad es darles seguridad.
Confianza.
Amor. Validación. Aprobación. Reconocimiento. Atención.
Y eso no se hace burlándonos de su dolor, de su miedo, de sus sentimientos… de sus intentos (tristes, patéticos incluso podríamos llegar a pensar algunas en algún momento) de conseguir el afecto, la atención, la aprobación, el reconocimiento, la validación… que tanto necesitan.
Y de la que tanto carecen, quizás y precisamente, porque no la han recibido.
Y seguimos negándosela. Cuando son niños y cuando son adultos también.
Seamos sinceras: la inseguridad es molesta para los demás
¿Acaso es tan difícil llegar a darnos cuenta de que la falta de amor se cura con amor?
Como el hambre con alimentos, la sed con agua…
¿Por qué nos cuesta tanto dar amor a quien lo pide a gritos? ¿Por qué nos incomoda de esa manera?
¿Por qué nos resulta más fácil dárselo a quien no nos lo pide, incluso a quien no lo quiere?¿
Damos amor a quienes ya se sienten bastante seguros de sí mismos y pueden respondernos en consecuencia.
Porque dar amor a alguien que no tiene amor propio significa, en muchas ocasiones, no recibir amor de vuelta, porque no lo hay.
Significa, en muchas ocasiones, que nos pidan más amor o incluso una confirmación de que -real e incondicionalmente- les estamos dando ese cariño que tanto anhelan.
Y eso, a la persona que está dando amor, le hace sentir a menudo incómoda, molesta, cansada, insatisfecha…
Por eso reaccionamos así (con desprecio a veces, o distancia en el mejor de los casos) ante las personas que se muestran inseguras.
Por eso se muestran así, la mayoría de las personas, con nosotras, introvertidas inseguras, tímidas, con baja autoestima, con escaso amor propio…
No, el verdadero problema no es el que te han hecho creer
¿Y qué podemos hacer?
¿Recuperar el amor propio?
Eso es lo que dice mucha gente.
Si buscas amor ajeno es porque te falta amor propio…
Entonces, si no tienes el amor de los demás, date a ti misma el amor que te falta.
Y, cuando te des amor a ti misma, no te importará que los demás no te lo den…
Pero lo mejor de todo, la guinda del pastel, de las que venden amor propio como solución a la falta de amor ajeno es la promesa: cuando te ames a ti misma empezarás a transmitir una actitud, una “vibración”, una “energía” distinta, de seguridad…
Y, entonces, te amarán.
…
Bueno, puede ser.
Desde luego, parece lógico. Y más después de haber dicho yo que a las personas seguras se las ama más y mejor, porque es más fácil, más agradable. Y que relacionarse con una persona insegura es incómodo, agotador, te demanda energía, en muchos casos.
PERO…
Así también estamos escurriendo el bulto.
Estamos tratando una falta de amor ajeno como una falta de amor propio.
Bueno, falta de amor propio hay, es evidente.
Pero estamos olvidando una parte del problema: la falta de amor ajeno.
Que es, precisamente, la raíz del problema. El origen.
Y como no estamos teniendo en cuenta la raíz del problema, el problema se mantiene, sigue existiendo.
Porque, claro, si confundimos el orden, y pensamos que:
Falta de amor propio » Falta de amor ajeno + demanda de atención, aprobación, reconocimiento…
Cuando el sentido es el contrario:
Falta de amor ajeno » Falta de amor propio + demanda de atención, aprobación, reconocimiento…
Cualquier cosa que hagamos para “solucionar el problema” está condenado al fracaso.
Porque lo que estamos haciendo es buscar y aplicar soluciones (eliminar los comportamientos de “demanda de atención”, aprobación, reconocimiento de las personas inseguras…) a un problema mal definido desde el principio.
Es más fácil curar a una persona que a toda la sociedad
Creemos, nos hacen creer y hacemos creer a las personas con las que nos relacionamos, que el problema comienza con una falta de amor propio, que lleva a la persona insegura a buscar aprobación y que, por tanto, lo que se necesita es enseñar a esa persona a amarse a sí misma.
Eso es lo que todos hemos llegado a creer. La forma en la que muchos hemos aprendido a ver y definir “el problema de las personas inseguras”: como una falta de amor propio, en lugar de explicar (admitir, reconocer, asumir) que es la falta de amor ajeno la que provoca esa falta de amor propio, que no nos viene “de fábrica”.
Y es que, señores, aunque nos cueste admitirlo, la verdad es que hay una gran falta de aceptación, aprobación, tolerancia, reconocimiento, validación, afecto… en todas las áreas de la comunidad en la que nacemos, crecemos y vivimos, desde la familia, a la escuela, incluyendo profesores y compañeros de clase, los amigos, los vecinos, las personas y referentes que vemos en televisión o en otros medios de comunicación…
Hay un gran problema de falta de amor ajeno. Por tanto…
La solución no está en hacer el daño y luego animar a las personas heridas a sanarse a sí mismas.
Ni en invertir en gran cantidad de formación y terapia para hacer que las personas (ya relativamente adultas y heridas) sean más fuertes y resistan mejor la falta de amor ajeno.
La solución está en parar de causar el problema, desde el principio… cuando somos pequeños y aún no podemos entender eso de necesitar “hacernos o ser fuertes”, y “sobrellevar” el rechazo, la desaprobación y el menosprecio.
La cuestión está en cómo podemos hacer eso, en pararlo antes de que surja. Porque, claro, «eso» implica enseñar a toda una sociedad adulta, herida y con gran necesidad de afecto, a dar afecto a los niños. Y no es fácil, ni sencillo.
Parece más fácil dar a las personas heridas, personas individuales, herramientas y recursos para lograr mayor autoestima, que cambiar a toda una sociedad.
En realidad, no estamos curando la falta de amor
Es por eso que las personas inseguras siguen teniendo baja autoestima cuando terminan de leer muchos de los libros de autoayuda que existen en el mercado… o realizan muchos de los programas, cursos, charlas, talleres y conferencias que hay sobre el tema.
Porque siguen sin tocar EL punto que hay que tocar. Dan vueltas alrededor de él. Siguen tratando a la persona sin amor propio, sin autoestima, como la única responsable de su situación.
Si estás triste es porque quieres. Si quisieras, y te esforzaras de verdad, podrías tener una autoestima de hierro. Mira todas las herramientas a tu alcance para empezar a amarte a ti misma a pesar de que los demás no lo hagan…
¿No te suena triste? A mí acaba de parecérmelo solo al pensarlo para escribirlo. Pero parece que pocos se dan cuenta de lo triste que es este mensaje, de la idea que transmite:
Tú eres el problema. Da igual si los otros no te aman. Deja de culpar a los demás…
Pero, ¿sabes qué? Resulta que los demás también tienen parte de responsabilidad en mi inseguridad.
Y no reconocerlo me daña más y bloquea más mi crecimiento y mi sanación, que reconocer que no todo es culpa mía. Que no nací defectuosa. Que no soy una persona sin remedio, sin solución…
Es evidente que poco poder de influencia tenemos sobre los otros, y más cuando los comportamientos y actitudes que nos dañaron, que contribuyeron a que creciéramos incompletas, sintiéndonos inadecuadas, inseguras, se dieron en el pasado, cuando éramos pequeñas.
Y es también por este hecho por el que, como te decía, la mayoría de intervenciones sobre la autoestima de personas inseguras está dirigida a la persona en sí, y deja poco espacio para hablar de los demás. Porque se cree que se puede hacer poco sobre ese aspecto.
Pero lo irónico (y sorprendente, y mágico, y maravilloso) es que, simplemente hablar de los demás, suele ser, en bastantes ocasiones, más que suficientes para liberarnos, y para recuperar y llenar un espacio de nosotras mismas, que antes teníamos bloqueado, aprisionado.
Y dejar salir muchas cosas, buenas y malas, de dentro, para sentirnos más completas, más fuertes, más seguras.
Muchos pensamientos y emociones, deseos, reprimidos.
Al menos eso es lo que me ha ido pasando a mí en estos últimos meses.
Encontes, ¿cómo se cura la falta de amor?
Eso es lo que espero, y creo fervientemente, que puede ayudar a otras introvertidas inseguras a recuperarse a sí mismas, recuperar su amor propio y su autoestima.
Poder hablar, sin tapujos, de asuntos que la mayoría no quiere ver, hablar, tocar ni oír…
De TODAS las cosas que influyen en la gestación de una personalidad insegura.
De la falta de amor ajeno que muchas hemos experimentado y experimentamos día a día.
Y, por supuesto, dar a conocer que, la falta de amor, como cualquier otra carencia o necesidad, se cubre aportando esa “materia prima”, no otra.
El hambre no se cura con ejercicio físico, ni la sed con cariño… Así como la falta de amor ajeno no se cura (al menos no únicamente) con amor propio (aunque desde luego ayuda darse a sí misma un poco de ese cariño que no nos dieron ni nos saben dar).
Tenlo en cuenta la próxima vez que te encuentres con una persona insegura y te saque de quicio… (como reconozco que me pasa a mí con determinadas personas cuyo comportamiento demandante de atención me resulta realmente incómodo).
Y recuérdalo, también, la próxima vez que tú, introvertida insegura, encuentres que otra persona que no comprende “el verdadero origen del problema”, intenta satisfacer tu necesidad de amor de manera inadecuada.
Y tente paciencia y compasión.
Y ténsela a esa otra persona.
Y, si consideras que es adecuado para ambos, exprésale tu desacuerdo, y pídele que colme tu sed con agua, no con confetis…
Para eso sirve, y para eso es necesario, identificar el verdadero problema (la ausencia de amor ajeno): para ponerle una solución eficaz (pedir ese amor ajeno o, al menos, no confundirlo con una falta de amor propio y dejar de culparte aún más por tu situación).
Aunque intuyo que, cuando empieces a ver las cosas de esta manera, a entender todo el embrollo en el que vivimos inmersas, no tendrás tanta necesidad de pedir que te den ese amor que te falta, porque te darás cuenta de que no todos saben lo que tú sabes ahora: que, en general, no sabemos cómo curar (bien) la falta de amor…
Y ya no te sentirás tan mal contigo misma, ni enfadada con el otro, cuando te descubras en un momento de inseguridad (demandando amor ajeno) y la otra persona te esté presionando para ser más segura (demostrando más amor propio), en lugar de intentar aportarte él (o ella) esa confianza que te está faltando.
Te sentirás menos culpable de tu inseguridad y tu demanda de amor ajeno, sabiendo que, efectivamente, hay muchas personas que aman poco y mal. Y tú estás en tu derecho de buscar ese amor que te está faltando. (Así como lo están otros).
Y, entonces, habrás empezado a curar (de verdad) la falta de amor: reconociendo que (te) ha faltado o te falta.
Hola Irtha Lopez soy una niña de 13 años yo no e recibido el amor de mi padre y dicen que el amor del padre influye mucho al de una niñita, yo ahora estoy teniendo muchos problemas por esta falta de amor, y tengo miedo de que en un futuro tenga problema más grande.
Hola, Naomi. Te pido disculpas por haber tardado en responderte, espero que leas este mensaje. Siento que te haya faltado o te falte el amor de tu padre. Es cierto que es influye. Pero no todos podemos permitirnos buscar esa ayuda cuando la necesitamos, aunque sí la podemos conseguir más tarde y sigue siendo útil. Así que trata de no agobiarte demasiado pensando en el futuro. Intenta centrarte en hacer que tu vida ahora mismo sea agradable para ti: disfruta con las cosas que te gustan, busca a personas con las que puedas hablar y expresarte, que te comprendan, te respeten y te apoyen, que te den ese cariño que él no te puede dar, que te hagan sentir segura, tranquila, valiosa y querida. Y trata de confiar en ti misma, de sentirte completa y capaz, de sentir que te mereces ser amada, que tienes derecho a ser feliz, a cuidar de ti misma, a tratar de conseguir tus sueños… que son las cosas que a nuestra mente le suele costar creer cuando nos falta el amor de nuestros padres.
Un abrazo grande,
Irtha
Muy buen artículo ,no lo había visto de esa manera …justo la psicóloga me decía es reforzar mi autoestima .LE consulte porque volví con mi pareja ,pero hace como un mes que está distante ,y que dándole cumplidos y diciéndole lo mucho que lo quiero ….sin embargo el ,está frío …yo entiendo que ya es la segunda vez que lo intentamos y que paso mucha agua bajo del puente ,pero volvi muy ilusionada ,pero no veo no siento lo mismo de el ..me da cariño a cuentagotas y hasta a veces parece desprecio ,ya no se que pensar
…me doy cuenta que siempre fue así y si le reclamo ,no me entiende …pero es tal cual es buscar solo demostración de amor de cariño …me siento tan triste
Hola, Susana. Siento tu situación.
Te entiendo porque viví algo similar y sé que no somos las únicas personas que lo hemos vivido… Y no es fácil. Hay muchas creencias de las que tomar consciencia y sanar respecto a nosotras mismas, al otro y a la relación cuando nos encontramos en una situación así.
¿Quién soy yo en pareja? ¿Cómo creo (consciente, pero sobre todo, inconscientemente) que debo ser para tener y mantener una relación? ¿Qué cabe esperar (en mi caso) del otro, de quien es mi pareja: qué puedo (o merezco) pedir y cómo debo pedirlo? ¿Cómo (creo que) «tengo que» (o puedo, o sé, o estoy acostumbrada a) reaccionar cuando no consigo que mi pareja me dé eso que mi cuerpo me dice que es importante para mí, para sentirme querida, para sentirme tranquila, para sentirme feliz? ¿Qué me dicen mi mente o mi cuerpo que yo necesito para sentirme querida? ¿Quién soy o creo ser si dejo de tener esta pareja? ¿Me siento capaz de tolerar el dolor de la separación, del duelo, de la soledad, si le dejo? ¿Me siento capaz de cuidar de mí misma, de acompañarme, de calmarme, de quererme… tanto cuando estoy soltera como cuando estoy en pareja?
Muchas de nosotras sabemos que tenemos baja autoestima y que tenemos que querernos más porque esta falta de amor propio nos lleva a relaciones donde sufrimos; culpamos a la otra persona porque no nos da lo que queremos o necesitamos para sentirnos bien, y al mismo tiempo nos culpamos a nosotras mismas porque «sabemos» que «no deberíamos» querer, necesitar o buscar ese amor en otra persona (y menos en alguien que no parece querer o poder hacerlo) sino en nosotras mismas.
Pero no contamos con las herramientas de regulación emocional necesarias para lograrlo, para poder darnos lo que necesitamos, para no «pedirle» o esperar de la otra persona cosas que no puede darnos y para no pasarlo mal si no cumple con nuestras expectativas… o para sentirnos capaces de estar sin esa persona.
Por eso no es fácil, ni para unas ni para otros, salir de una relación donde una parte suele pedir más atención mientras la otra se aleja cada vez más (pero no se va porque también necesita la atención que la otra persona le da al pedírsela): es necesario que ambos tomen consciencia de las formas en la que han aprendido a dar y recibir amor, para hacerlo de formas más sanas y maduras para ambos.
Así que mucho ánimo y mucha fuerza en tu camino, porque llegar a comprender y gestionar todas estas cositas requiere tiempo.
Un abrazo,
Irt
Bueno , mi historia ya no tiene sentido , he decidido que vivire asi , siendo yo misma sin tener miedo , aun pese que en verdad no haya gente que me aprecie , tendre este dolor que me fortalecera el resto de mi vida , pero siempre con bondad , es una pena , pero no hubiese llegado aqui , si no hubiese echo esto , a lo mejor ni veo este post de vuelta , solo dejare mi mensaje aqui y listo, Gracias Irtha 🙂 ♥
Hola, Carmen.
Siento que hayas llegado a esa situación. Entiendo que hayas decidido ser fuerte y buena como forma de afrontar o gestionar el dolor de no sentirte apreciada. Es una pena desde luego, tener que tomar esa decisión. Pero creo que puedo comprender por qué lo has hecho. Imagino que has tenido muchas decepciones o dificultades para construir relaciones cercanas y has decidido que es mejor, menos doloroso, dejar de intentarlo. Y aceptar que nadie va a entenderte y apreciarte de verdad, que no vas a encajar nunca. Yo he estado ahí.
Y quiero decirte que es perfectamente normal, comprensible y valiente (al menos para mí) que quieras ser tú misma sin miedo y tirar para delante «sola». Pero también sé que hay otra forma de estar en paz con nosotras mismas y con el mundo, que no consiste en «resignarnos» a la soledad, «alejarnos» del mundo y forzarnos a ser fuertes y buenas, a no tener miedo, a que no nos afecte el rechazo o la falta de aceptación… sino en hacer las paces con nuestro pasado y nuestro presente, comprendiendo y sanando la sensación de vacío y el dolor (más sordo en unos casos y más agudo en otros) de no ser aceptadas y apreciadas, y aprender a sentirnos capaces de regular las emociones incómodas o dolorosas que experimentamos al relacionarnos con otras personas. Esto nos ayuda a recuperar algo de esperanza, estar un poco más abiertas y relacionarnos con más confianza con los demás.
Ojalá pudiera acompañarte y ayudarte a conseguirlo. O que encuentres a alguien que lo haga. Porque todas las personas nos merecemos sentirnos apreciadas, valiosas e importantes para alguien. Y es una pena tener que renunciar a un aspecto tan importante de nuestra humanidad para intentar sentirnos mejor.
Un abrazo,
Irtha
Hola, Johan, espero que puedas ir sintiéndote mejor y sanando tu corazón. Comprendo perfectamente cómo te sientes. Valor! Tú puedes.
Hola, Rosa.
En primer lugar, disculpa por haber editado el comentario; no me sentía cómoda compartiendo el enlace que habías incluido.
Pero por otra parte, te agradezco haber querido ayudar a otra persona. Gracias por tu atención y tu apoyo.
Un abrazo,
Irtha
hola, bueno sere breve. Soy un adolescente de 18 años ¿mi problema? siempre estoy para mi novia, todo el tiempo. estoy cuando esta mal, soy muy afectuoso siempre, pero ella solo se limita a decirme que no sabe que hacer cuando estoy mal y me siento del asco, porque soy una persona ansiosa y necesitada de afecto, para mi es como una droga que necesito para estar bien y me hace sentir mal que sea poco expresiva y en ocasiones me causen desaire cosas tan simples que pasan y que mi cabeza maquina demasiado como el que a veces no responda a mis te amo.. En ocasiones me pregunto si me estoy volviendo loco… pero me es difícil manejar esto cuando siempre la estoy complaciendo y bueno ni elegir una película puedo. Ella todas las noches elige lo que veremos y cuando me pregunta lo que quiero hacer y le doy una idea la descarta diciendo que no quiere ver dicho programa o cualquier otra cosa. me ha pasado esto tantas veces con otras personas que siento que el del problema soy yo, quizás si soy yo, yo mendigo mucho un mísero abrazo, si me dicen «te quiero» pareciera conformarme pero pido mas y mas… lo odio,,, y quiero ser valorado… a veces trato de hacerlo yo pero siempre decaigo… es una dependencia a algo que ni siquiera me dan… y que cuando me lo dan es cuando ya me ven demasiado mal y piensan que diciéndolo o haciéndolo me sentiré mejor… pero lo siento muy falso… no se que hacer ayuda.
Hola, Johan.
Te entiendo perfectamente. Conozco esa sensación. Como bien dices, es una dependencia… al cariño. Y puede ser muy grande, sobre todo cuando hemos sentido que nos ha faltado tanto. Nada parece colmar nuestra necesidad de sentirnos queridos. Que es algo natural (querer sentirnos queridos). Pero en ocasiones es excesivo.
Estoy leyendo varios libros sobre estilos de apego, entre los que se incluye ese vínculo ansioso, necesitado del afecto ajeno, y mi intención es hablar de ello en un futuro próximo en relación a los introvertidos. Pero recientemente leí un libro sobre relaciones que me pareció muy interesante y práctico; se llama «Cuando amar demasiado es depender«, de Silvia Congost. Te lo recomiendo si puedes conseguirlo en alguna librería o biblioteca.
Solo decirte que tu sensación es comprensible; quizás no para todos, pero para los que conocemos un poco mejor los estilos de apego, es muy normal lo que te pasa. Es duro por momentos, como cuando dices que haces todo por ella hasta el punto de no poder elegir una película… Pero puedes ir trabajándolo poco a poco. Ponte pequeños retos si quieres. Presta atención a tus emociones y necesidades, y las de ella. Reconócelas, ambas, en alto (si lo ves adecuado o posible)… y permítete ir escogiendo algunas cosas por ti y para ti. Probablemente ella se enfade. Y su enfado te haga sentir mal. Así que aprovecha para analizar esas emociones, sentimientos, pensamientos: ponlos en palabras, e intenta averiguar de dónde vienen. ¿Quién te dijo que pensar en ti está mal? ¿Qué imágenes, recuerdos, voces… te vienen a la mente cuando tratas de escoger una película? ¿Quién te viene a la cabeza cuando sientes el dolor de no ser correspondido en tus «te amo»? Hay que sanar esos recuerdos. Comprender cuánto nos afectaron aquellas experiencias y nos siguen afectando, y hacer las paces con todo eso, para poder crecer, avanzar, fortalecernos, etc., en el presente. Te animo a hacer ese viaje.
Pronto espero recomendar más libros que nos ayudan a hacer este camino, pero espero haberte aportado algo de claridad, apoyo y alivio. Aprender a relacionarnos con los demás y la forma en la que nos tratan no es algo que consigas una vez, de repente, y para siempre… al menos, no suele ocurrir así. Pero merece la pena emprender el viaje y transitar ese camino; porque cada paso que das de autodescubrimiento, sanación, crecimiento y liberación… te aporta más seguridad y serenidad para gestionar mejor la necesidad de amor ajeno.
Un abrazo,
Irtha.
Irtha, muchas gracias, de verdad, por esta gran aportación.
Hola! Tengo 16 años y desde los 13 años no tengo apoyo ni amor por parte de mi mamá, no me escucha cuando le hablo, me grita, me hace sentir insegura, exagerada, molestosa en fin cada que quiero contarle mis sentimientos de mi proceso de ansiedad y de mi ruptura amorosa que tuve con alguien que realmente amaba y me daba ese amor y comprensión que necesitaba me ignoraba o decía que era lo culpa, no me apoya en nada y aveces me dice cosas muy hirientes o con mis primas es muy atenta y comprensiva pero conmigo no yo llevo las mejores calificaciones, no salgo de fiesta, no tomo ni fumo, llego a la hora, soy responsable pero aun así me baja el auto estima diciendo que mi ropa no me queda bien y que me veo muy poco femenina.. La verdad tengo ansiedad y la verdad necesito ayuda, un consejo o algo..
Hola, Yarixsa…
Siento que la relación de tu madre contigo sea de esta manera. Entiendo que te sientas triste y con ansiedad al ver que todo lo bueno que eres y haces no parece ser suficiente para ella. Es duro que, la persona que más debería apoyarte, animarte, aceptarte y quererte, no sepa hacerlo. Es difícil de entender y de aceptar que esto sea así, sobre todo cuando somos más jóvenes y realmente necesitamos ese apoyo.
Una situación así es compleja pero voy a tratar de compartir contigo algunas ideas o reflexiones que espero que te sirvan un poco para entender por qué puede estar pasándote esto, para que sientas un poco de apoyo, ayuda y alivio.
Desde luego que tú no tienes nada de malo; en general, las personas no saben calmar el malestar que sienten ante lo que otras personas dicen, hacen o cómo son (no se sienten capaces de calmarse a sí mismas y por eso no lo hacen), y eso suele hacer que el malestar sea mayor de lo que podría ser y que, en bastantes ocasiones, culpen a los demás (consciente o inconscientemente) de «hacerlas sentir mal».
A mí me hace pensar que ella tiene en su mente una idea muy diferente de lo que esperaba que su hija fuera; quizás para ella es mucho más importante el aspecto físico, si te ves guapa o femenina y por eso, si ve que no eres así como ella cree que deberías ser (para tener «éxito» en la vida o que los demás te traten con respeto y aprobación o incluso admiración), se sentirá muy mal: probablemente crea que ella debería estar haciendo más para lograr que tú seas como cree que sería mejor para ti, y esa culpa se transforma en enfado y se trasmite a través de todas las críticas que te hace.
Es difícil entender y aceptar que una madre no sepa querernos tal y como somos, pero probablemente a ella sus padres no la aceptaron ni quisieron tal como era, no supieron hacerla sentir querida. Casi todos arrastramos heridas emocionales de la infancia que están sin curar: muchos no nos hemos sentido queridos o apoyados y nos seguimos sintiendo así por muchos años que tengamos. Algunos podemos llegar a creer que, para sentir que sí merecemos el amor y la aprobación de los demás, tenemos que hacer lo que nos dicen, tenemos que aconsejarles y ayudarles (casi forzándoles) a ser «felices» o que hagan las cosas «bien» y no se equivoquen (para que no lo pasen mal…), etc.
Que tú cambies a tu madre para que deje de tratarte de esta manera puede ser difícil y tampoco te corresponde a ti esa tarea (le corresponde a ella y al profesional que ella quisiera que le ayude). Pero hay algunas cosas que podrías hacer para llevarlo mejor: en primer lugar, entiende que no es ni culpa ni responsabilidad tuya que ella se sienta bien o mal con tu forma de ser; entiende que su malestar viene de sus expectativas, de que no se ajusten a la realidad y de que ella no sepa gestionar su frustración; no te recomiendo «echarle en cara» esto a tu madre porque ella seguramente es poco consciente de lo que está haciendo y puede que aumente su malestar y repercuta en su relación contigo, pero puedes tratar de mantener la calma y decirle algo así, con tus propias palabras como «entiendo que preferirías que yo hiciera o fuera tal cosa, pero yo prefiero ser o hacer esto así». Si no te sientes bien diciéndolo, puedes probar a empezar a decírtelo a ti misma, seguro que eso supondrá ya un cambio bastante importante para ti. Es importante buscar apoyos en otras personas también, que te sientas querida y aceptada por alguien importante para ti. Sanar la relación con nuestros padres lleva tiempo y hay muchas cosas que podemos tratar de hacer para relacionarnos mejor con ellos y ellos con nosotros, pero yo creo que lo importante es que entiendas que no es tu culpa. Que seguramente eres una persona maravillosa con muchas cualidades, pero que los padres de tu madre quizás le inculcaron otras ideas, no supieron amarla y aceptarla y por eso ella tampoco ha aprendido aún a amarse y amar a otros de forma incondicional, sabiendo calmar su frustración, la decepción o la culpa que siente cuando los demás no son como ella necesita que sean para no sentirse mal consigo misma y con los demás… Quizás por eso tú tampoco has aprendido a amarte y calmarte a ti misma cuando tu madre te dice cosas que duelen. Cierra los ojos, visualízate a ti misma escuchando y amando a esa parte de ti que se siente rechazada, poco querida, criticada, etc.
Quizás es demasiado complejo lo que te he compartido. Cualquier cosa, por aquí estoy. También puedes suscribirte al blog y estamos en contacto por allí ,)
Un abrazo,
Irtha
Johan, bajo mi punto de vista eres un ser sensible, y ojalá vaya creciendo el número de personas como tú. Totalmente humano, lo que sientes, y muy natural, que lo expreses.
Hola, tu artículo me ha dado algo de consuelo soy una asperger ya por mi condición el rechazo fue extremo en mis ambientes escolares, y bueno mi madre no me quiere es una mujer bastante toxica que nunca me mostro amor maternal genuino tanto así que termine sintiendolo por primera vez a los 19 de una vecina, ese momento fue un shock y el inicio de una depresión sumamente profunda, tanto que llegue a no sentir nada, y lamentablemente mi padre tiene la inteligencia emocional de una papa,no podia ayudar, pero yo habia estado repartiendo amor y comprensión desde pequeña sacando de donde no tenia, sobretodo con personas carentes como yo, esas personas servian de apoyo eran escasas en mi vida pero ayudaban, con el paso de los años y teniendo mas oportunidad de socializar sin control de mi madre empecé a adquirir amor de varios sitios a veces un bus una señora, aveces una anciana en una iglesia aveces una maestra en un liceo, una vendedora, o la señora que limpia poco a poco el amor perdio el rostro para mi, era solo amor no importa de quien aunque fuera alguien quien no veria nunca mas, y solo fuera el simple acto de escuchar ayudaba y con el tiempo se lleno ese pozo dandome mas capacidad de amarme a mi misma, la gente no sabe lo grande que puede ser el simple acto de tratar a alguien bien en un bus, sigo con carencias, si, pero ya menos, hoy en dia tengo pareja y estamos bien me da amor y yo a el, pero me hace darme cuenta que por mucho tiempo fui una mendiga de amor no importa que tan pequeño bastaba y que tan efímero para mi todos eran especiales y me ayudo a construir amor propio qie a su vez ayudo a ganar amor ajeno y asi, sigo repartiendo amor como me lo repartieron, dentro de todo tuve mucha suerte y gracias a estas cosas es que se que dios existe, y eso también me hace sentir amor
«el simple acto de escuchar ayudaba».
Esta es la frase con la que resumo tu relato. Es así: cuando nuestros padres no nos escuchan, nos niegan sentir el amor. Pero cuando alguien escucha, nos hace sentir valiosas, importantes, respetadas, queridas… Y no hay nada que sane o cure más, que llene más y nos cause mayor bienestar. Me alegra que tu historia tenga todos esos momentos de belleza y felicidad, y ahora puedas sentir ese amor que tanto te faltó. Gracias por compartirlo con nosotros.
Un abrazo,
Irtha.
Qué preciosidad, gracias por compartirlo.
hola q tal me gusto mucho el articulo soy una persona q siempre ha sentido un vacio y una necesidad de amor ya sea propio y ajeno quizas porq siento mucha rabia; primordialmente por el abandoro de mi padre creci solo con mi madre y ella vivia muy estresada ya que se le hacia muy dificil mantenerse y mantenerme, pase por muchas situaciones hasta de la falta de un hogar propio hasta q por fin a los 5 años logro tener un hogar dije por fin no mas casas ajenas y lugares incomodos. al crecer en mi adolescencia mi madre seguia muy ruda conmigo me decias cosas feas hasta q cuando pude sali de alli despues mi vida se torno muy gris y oscura ya que llegue a un lugar donde pase y vi la realidad de la vida de las personas para mi todos pense q todos eran como yo; pero no es asi me di cuenta de muchas cosas dure 5 años hasta q regrese a mi casa de nuevo me parecio muy lindo el cambio mi mama tuvo hacia mi con cariño pero ya yo me habia adaptado a estar en mi espacio mis reglas me mude de nuevo a un alquiler alli dure tiempo hasta de mi vidad ha sido desastre tras desastre tengo 29 años y he fracasado en una estabilidad familiar es decir no he tenido suerte en el amor perdi un embarazo pero a pesar de todo he tenido cosas muy buenas experiencia y fuerzas para lograr metas q a la vez las siento q aja ya logre eso ahora q aun siento el vacio la falta y la tristeza de no tener lo q siempre he soñado ESE ES MI gran problema pero me ayudo a entender bastante mi condicion el articulo gracias
Hola, Mariam.
Gracias por compartir tu historia, imagino que no debe haber sido del todo agradable exponerla por aquí. Y siento que te hayas sentido así de perdida y vacía. Llenar el vació de un padre y el de una madre que durante años no supo o no pudo darnos cariño no es fácil. Como has visto, tratar de llenar ese vacío «haciendo o logrando cosas» no termina de ser suficiente. Es importante poder crear vínculos sanos con personas con las que podamos hablar de esas carencias y vacíos, que nos ayuden a conectar con todo el cariño, el afecto, la aprobación y la admiración que nos han faltado. Que nos ayuden a sentirnos dignas y merecedoras de sentir todo esto.
Me alegra saber que mi artículo te ha ayudado al menos a entender tu situación y espero que te haya hecho sentir un poquito mejor.
Te mando un abrazo fuerte,
Irtha.
Hola!…. hace mucho quiero conocer el origen de mi conducta «busca afecto y atención de otros», y de esa actitud de siempre querer ayudar a los demás dejándome en último lugar a mí misma. Generalmente me convierto en la psicóloga de mis amigos queriéndoles resolver sus carencias. He llegado al punto en que estoy enganchada con una persona mucho mayor que yo, pero que después de varios años de vínculo, NO ENCUENTRO RECIPROCIDAD, ATENCION, AMOR. Lo peor es que le reclamo su falta de cariño y cuando quiero entrar en temas del amor, su respuesta es «yo no se de eso», y efectivamente, he llegado a la conclusión de que no sabe de eso a pesar de haber tenido varias relaciones inclusive en las que tuvo hijos. También ahora sé que es producto de un abuso a su madre cuando ella solo tenía 13 años (tema del que su madre jamás habló con él), y por su historia de infancia creció como un niño más en medio de las tías y la abuela donde vivía.
He llegado hasta este artículo buscando «cómo ayudar a sanar la falta de amor», porque quisiera ayudarlo y ayudarme. Después de leer este artículo siento que finalmente he llegado a un puerto donde desembarcar para conocer el origen de este viaje por el que he transitado tantos años sin respuesta certera más que la tu mencionas… «te falta amor propio!!… etc». Me encantaría conocer tu opinión y orientación para iniciar esta exploración DE MI MISMA!!! Quisiera saber cómo ayudarme y ayudar al otro!.
De antemano muchas gracias por leerme!.
Hola, Sara.
Me alegra saber que este artículo te ha hecho sentir que has encontrado una base segura desde donde iniciar un camino de autoconocimiento más sólido que hasta ahora.
Seguramente entenderás que es difícil dar respuesta a una situación así en un comentario ^^
Pero me gustaría aportarte algunas ideas: al leerte tengo la sensación de que tu base de apego es ansiosa y la de él evitativa. Pocas personas han experimentado en su infancia relaciones de apego seguro; la mayoría vivimos relaciones de apego inseguro, con mayor o menor intensidad. Los que desarrollamos un apego ansioso necesitamos de los demás para sentirnos seguros, al contrario de los evitativos, que se sienten más seguros consigo mismos por así decir. Esto es un resumen muy muy incompleto y, como tal, puede percibirse como erróneo. Pero yo diría que necesitas ayudar a los demás para sentirte bien contigo misma, para sentir que eres una buena persona, una buena niña… para conseguir el amor que quizás te faltó entonces, o que tuviste pero siempre condicionado a ese buen comportamiento (ser atenta, cuidar a los demás, etc.).
Por parte de él, la falta de amor y la inseguridad le habrán llevado a ser más autosuficiente, a cerrarse para protegerse. Relacionarse con alguien que da tanto amor en parte es beneficioso para él porque siente algo que quizás no tuvo de niño, pero también puede abrumar, o puede conectarle con la creencia de que no se lo merece, o que tanto amor «no es bueno» (el mismo concepto puede ser expresado de distintas formas en la mente de cada uno).
¿Cómo ayudarle o cómo ayudarte a ti misma a sanar esa falta de amor para que él se abra más a los demás y tú no los necesites tanto? Tomar consciencia de nuestra forma de ser, reaccionar, actuar, pensar y sentir (y entender que todo esto fue la forma que nuestro sistema nervioso encontró para ayudarnos a sobrevivir emocionalmente a las experiencias que íbamos viviendo) es un buen primer paso para sanar esas partes nuestras que han quedado ancladas al pasado y conectar con esa parte de nosotros que ha seguido creciendo y madurando, y que hoy en día tiene más recursos y puede cuidarnos de una forma más sana.
A partir de ahí, se trata de ir entendiendo, dialogando, acompañando y apoyando cada parte de nosotros en situaciones concretas para ir dando alivio a las emociones de miedo, inseguridad, falta de amor, rabia, etc. que hemos ido tragando y acumulando a lo largo de los años por considerarlas inadecuadas o inapropiadas (si nuestro objetivo era formar parte de nuestro sistema familiar o de la sociedad como miembros útiles y valiosos).
Por otro lado, te recomiendo el libro «Lo bueno de tener un mal día», de Anabel Alonso. También leí antes de este «No soy yo», de la misma autora, pero no recuerdo si tenía un lenguaje más técnico. También podrías echarle un vistazo si quieres. Por otro lado, «¿Por qué la gente a la que quiero me hace daño?» (¿Por qué no podemos dejar de estar con personas que sabemos que son tóxicas? ¿Por qué a menudo nos comportamos, o sentimos, o pensamos de un modo que nos hace daño?) es un libro de Manuel Hernández que también podría resultarte interesante. No he leído este libro en concreto de él, pero sí su otro libro, que me gustó mucho pero que está más dirigido a profesionales y creo que este es más de lectura general.
Espero que todo esto sea comprensible y útil para seguir avanzando en tu camino.
Un abrazo,
Irtha.
Sara, yo también intenté «salvar» a un hombre mayor que yo. Me encandiló la sensación de seguridad que me transmitía, quizás por la diferencia de edad. Craso error. Hoy sé que, por lo general, cuando un hombre no sale con mujeres de su edad, malo (además de feo…).
No somos salvadoras de hombres mayores que nosotras, ni de ninguno.
Saludos.
Hola, he visto tu artículo, y me ha parecido interesante. Estoy de acuerdo, pero hay una cosa que no estoy de acuerdo, según mi caso. Quienes tenemos falta se amor ajeno no es que pensemos que tenemos falta de amor propio o nos culpemos por eso, de hecho to culpó a los demás por que yo les doy el amor que yo quiero me den y en una ocasión lo han confundió con estar enamorada y sigo haciendo lo, y casa día echo de menos más a esa persona que cuando vuelve pienso las soas iran mejor. Necesito contar la historia mejor, si pudieras ayudarme, porqje tengo la imoresiin de que se aljea mas de mi y no termino de decir las cosas y de enfadarme, porqie me he puesto como un a niña y aún así le he pedido no me haga daño, que sólo quiero ser amiga, una hermana. Y me está afectando en todo porque no concibo hacer que nada haya pasado Y el tiene concepción buena de mi, pero me tiene alejada hacedlo debí decirle algo pero como esperé ahora es difícil hablar con el.???
Hola, María. Lamento tu situación. Imagino que está siendo muy difícil de vivir para ti.
Sin embargo, responderte en un comentario es complicado porque la situación que me comentas es compleja. Hay muchos aspectos a tener en cuenta por su parte y por la tuya. Por lo que me cuentas, parece que ambos tienen un patrón de apego diferente: tú te sientes mal si se aleja y necesitas que él esté más presente, pero eso hace que él se agobie y necesite alejarse, lo que hace que tú te sientas peor y le agobies más… En sesiones te ayudaría a entender y gestionar mejor tu necesidad de mantenerle a tu lado, emociones como la culpa o la soledad, etc. Te animo a buscar a un profesional que te acompañe para ayudarte a afrontar mejor las emociones que surgen en tu relación con esta persona, y que te sientas más capaz de tolerar la distancia que él necesite o decida poner entre los dos sin que sufras tanto.
Yo ahora mismo tengo los servicios cerrados pero espero en un par de meses poder ofrecer sesiones o recursos para ayudar a otras personas a afrontar situaciones (o relaciones) mental o emocionalmente difíciles, como la que me compartes.
Busca cosas o personas que te ayuden a sentirte llena, capaz de cuidar de ti misma, valiosa… y que ayuden a mitigar la necesidad de tenerle a él en tu vida para sentirte bien.
Te mando un abrazo,
Irtha.
Necesitaba alguien que me dijera ‘es normal que te sientas triste, es lícito, humano y no hay nada malo en tí por desear ese amor de los demás pq es natural y necesario, no hay ningún defecto en tí que te impide ser autosuficiente de amor’ creo que muchos necesitamos que dejen de juzgarnos y responsabilizarnos de toda nuestra falta y deseo de amor.
Hola, Mónica.
Me alegra mucho saber que te has sentido reconfortada gracias a este artículo.
A mí también me ayuda mucho cada vez que leo a alguien que habla en este sentido en lugar de cargarnos con más culpa y responsabilidad aún de la que ya llevamos muchas encima.
Esa frase entre comillas me encanta ^^ Es el tipo de frases que yo me pondría en el espejo del baño en lugar de otras que nos hacen desconectar de nuestras emociones y de nosotras mismas.
Un abrazo,
Irtha.
¿El sentir tristeza en la edad adulta por dar amor pero no recibirlo y el sentirse triste por no ser amado significa que en la niñez recibí mucho o recibí poco o nada de amor?. Y el sentirse así es normal o no lo es?.
Por favor Irtha le agradecería muchísimo su respuesta. ¡Muchas Gracias!.
Hola, Gonzalo.
Por lo que me dices de que das amor pero no lo recibes o no te sientes amado, a mí me hace pensar que, efectivamente, recibiste poco amor de pequeño… o que, recibiendo mucho, este no fue sano. Puede que hayas vivido con una madre o un padre muy cariñosos y protectores que, aparentemente, te querían mucho, pero que no supieron darte confianza en ellos y en ti porque te exigían mucho o muy poco… O su cariño estaba «condicionado»: dependía de si te portabas bien o eras como ellos querían que fueras, por ejemplo. Puede haber muchos motivos.
Lo que sí puedo decirte con seguridad es que es normal que te sientas triste si no te sientes querido. Es perfectamente normal sentirnos así, tanto de niños como de adultos. Porque somos seres sociales y necesitamos de los demás para sobrevivir (especialmente cuando somos pequeños) o porque las experiencias actuales nos hacen revivir lo que hemos sentido en el pasado. Pero, aunque sea normal, muchas personas, incluyendo terapeutas, no entienden bien o no ven bien esta reacción emocional ante la sensación de soledad o abandono, y pueden hacernos sentir aún peor. Nos hacen creer que «da igual» si alguien nos rechaza o nos ignora… Aunque en el fondo duele mucho y sigue doliendo a pesar de lo mucho que nos repetimos y tratamos de convencer de que «no duele».
Esas emociones existen, es comprensible que estén ahí y sí que duelen. Evidentemente, podemos y nos conviene hacer algo para sanarlas, liberarlas, aliviarlas, calmarlas… para poder sentir mayor bienestar en nuestra vida. Pero no es precisamente rechazándolas o ignorándolas como lo conseguimos, sino acogiéndolas y escuchándoles, dándoles voz, espacio y atención, así como respeto y empatía ,)
Un abrazo grande,
Irtha.
Muchas gracias Irtha por ser tan amable al responder a mi duda/problema y regalarme con ello no solo parte de sus conocimientos sino su tiempo que es valiosísimo en los seres humanos.
De corazón a corazón muchas gracias Irtha y que
Dios la cuide siempre.
Soy Ivette, llegué aquí porque los consejos para tener más confianza no me ayudaron del todo, primero tengo la necesidad de hablar pero no me animo a hacerlo así que quiero desahogarme con lo que sea pero no hablando, mi falta de confianza hace que no me defienda cuando mis compañeros me molestan o no tomo el control de las situaciones en el trabajo y es que no confío en hacerlo bien y prometer algo que no saldrá bien tampoco me parece buena idea, tengo novio pero no confío en el para estas cosas, antes hacía algún amigo o amiga y hablaba pero ahora soy mas extricta con mis amistades quiero atención pero no quiero dar lastima
Hola, Ivette.
Diría que tienes un estilo de apego de tipo ansioso, es decir, que no te sientes cómoda relacionándote con los demás pero tampoco te sientes bien sin ellos. Quieres relacionarte, pero hasta cierto punto, porque más allá, te da miedo. Hay muchas emociones y creencias ahí de fondo que sería necesario sacar a la luz para hablar de ellas y aprender a tolerarlas. En general, cuando no sabemos convivir con nuestras emociones, reaccionamos de esta manera: protegiéndonos, pensando mucho, siendo muy precavidas, tomando distancia…
Para poder relacionarnos mejor con los demás tenemos que aprender a relacionarnos mejor con nosotras mismas y con nuestras emociones. Hablamos de las experiencias pasadas que nos hicieron desconfiar de nosotras mismas y de los demás. Vamos aprendiendo a sentirnos más tranquilas y seguras. Para poder defendernos, o conversar, compartir nuestros puntos de vista o pensamientos, o preocupaciones… o, simplemente, lo que nos apetezca.
Es un trabajo que se hace poco a poco.
Ahora mismo no estoy ofreciendo ningún servicio o curso pero mi idea es preparar algo estos meses para ayudar a otras personas a trabajar todo esto que te cuento.
Avisaré cuando los saque a los que estén suscritos al blog ,)
Un abrazo,
Irtha.
Gracias, no creí que responderías de hecho tengo mas dudas, nose si debería molestarte mas, yo se que la razón de mi desconfianza es que soy bastante despistada y torpe, literal y desde pequeña siempre me equivocaba en algo y otra cosa es que soy más lenta que el resto para todo o bueno siempre me presionaban apurando en la tarea o algo así y sabe que si me molestaban en la escuela o algo malo pasaba era mi culpa por no defenderme y no importaba lo que dijera mi opinión no contaba
No te preocupes, no me molestas. Yo no creo que la razón de tu desconfianza sea tu torpeza, o que seas lenta o despistada…
Más bien lo que dices al final: no importaba lo que dijera, mi opinión no contaba. Si, cuando somos pequeños, nos hacen sentir mal por nuestras torpezas, despistes o lentitud… o si nos ignoran, es normal que nos vayamos haciendo inseguras.
Ahora, de adultas, para superar esa inseguridad, ayuda hablar de ello. Pero hay que hacer más: en terapia se trabaja con la gestión de los recuerdos, aprendizajes y emociones relacionados con esas situaciones pasadas y presentes. Tratar de explicar y entender cómo somos es solo una parte del trabajo personal que debemos hacer para sentirnos mejor con nosotras mismas y relacionarnos mejor con los demás ,)
Hay que SENTIR. Sentir el dolor de ser ignorada, sentir el dolor de que no te escuchen… y aprender a sanarlo, a convivir con él de manera sana, a darnos el apoyo que nos faltó entonces… para que ahora nos resulte más fácil expresarnos o defendernos, por ejemplo.
No es suficiente con pensar y hablar ^^ Hay que vivirlo para poder sanarlo…
Abrazos.
Pues no creo que solo eso provoque mi torpeza y mi incapacidad para entender aunque eh visto que a muchas personas les pasa pero ellos no parecen agoviarse por ello y yo me avergüenzo mucho de hecho podría decir que soy torpe porque soy tímida o algo así y no me gusta ser así llegue a hacerme daño a mí misma y aunque no me guste hablar de ello pero ahora leo mucho manga con contenido para adulto y creo que no es normal porque leo el genero homosexual y muestran situaciones fuertes y muy malas, yo no entiendo porque me gusta y a muchas chicas que también leen y les gusta, siento que esto me hace mas rara aun y eso no me gusta pero por las cosas que pasé llegué a un punto de vida en la que no me importa nada y no creo tener esperanza, solo quiero trabajar de algo que me guste pero como no es posible solo espero hacer ejercicios porque eso me anima y los mangas que leo
Lamento que te sientas así, Ivette. Sin esperanza. Tan confusa, sin saber por qué te pasan esas cosas…
Imagino que vives muchas situaciones difíciles y que no tienes mucha gente que te ayude a sentirte bien, a gusto, tranquila, aceptada…
¿Sabes? Yo también me he sentido así, sin esperanza, y tan frustrada que me he clavado las uñas tan fuerte que aún tengo una cicatriz. De pequeña también me sentía tan rara que una vez se rompió un espejo y me hice un corte suavito en mi muñeca; tenía curiosidad pero también era mi forma de «llamar la atención», de intentar que alguien se fijara, se interesara y se preocupara por mí. He sentido mucho dolor dentro de mí y no sabía cómo sacarlo. Creía que nunca podría. Pero lo conseguí.
No es fácil, pero se puede. Hay que encontrar a la persona o personas adecuadas que te ayuden a hacerlo. Que entiendan cómo te sientes. Y no te hagan sentir mal por ello. No pierdas la fe. Entiendo que es duro vivir así, pero algún día lograrás entender y sentirte mejor.
Yo ahora mismo no puedo ofrecerte mi ayuda, pero si quieres que te recomiende a alguien, dímelo. También puedes unirte a mi grupo de Facebook y leer todo el contenido que tengo allí para entender por qué nos sentimos así y ayudarnos a sentirnos mejor.
https://www.facebook.com/groups/introvertidamentetuya/
Un abrazo.
Hola, nunca suelo comentar páginas de psicología pero esque me ha reconfortado muchísimo leerte porque es algo que llevo pensando en silencio desde hace años! Cómo te pueden decir que te ames a tí mismo, que no necesitas a nadie para ser feliz y seguro, cuando eso es humanamente imposible? Hacía años que me lo preguntaba y de verdad nunca lo entendí, porque hacen tanto énfasis en el amor propio y la autoestima cómo cura milagrosa a un problema que no subyace ahí. La falta de autoamor es consecuencia de la falta de amor ajeno en la niñez o en momentos donde uno está demasiado afectado por una situación cómo para poder quererse bien a sí mismo. Vivimos en una sociedad dónde se prima el individualidmo, y eso es malo porque negamos la condición humana. No dejamos de decir que solos podemos, de aplaudir la autosuficiencia y repudiar la dependencia, de quitar responsabilidad a los demás! Y decir que nosotros les permitimos hacernos daño, venga hombre.
Así que de verdad muchísimas gracias por existir, una persona que al fin dice algo que me alivia, y que me hace sentir acompañada en mis necesidades y en mi opinión, porque pensaba que estaba equivocada por pensar así, porque literalmente TODO el mundo te sale con el amor propio a la mínima de cambio y es algo que me hace sentir muy mal. Siento que las heridas de falta de amor del pasado no puedo curarlas así, que es falso, es sólo una tirita superficial, algo más parecido al narcisismo que al amor, no podemos llenar un agujero de amor ajeno con amor propio y el que lo consiga dudo que verdaderamente sea amor lo que está metiendo en ese agujero. Para dar amor necesitamos amarnos, pero para aprender a amarnos necesitamos antes aprender a ser amados, y si no fuese así muchos trastornos de personalidad no se darían. Cómo puede ser que nadie más se de cuenta? Me entristece enormemente.. es cierto que el atractivo va muy de la mano con la seguridad, pero debemos mirar más allá y no ser tan cómodos, puede que una persona con falta de amor nos resulte menos atractiva pero no todo en esta vida es el atractivo, y de ahí a que nos den asco o pensemos que son golums…es muy antihumano. No estamos apuntando en la dirección correcta, y no saben cuánto duele que te digan que te ames más y no sepas cómo! O no sea suficiente aunque lo logres. No pueden culparte de sentir un vacío que no has creado tú y que no puedes llenar tú. Así de simple.
y como se puede reparar uno internamente cuando ha carecido de amor ajeno?
y tampoco lo recibes mucho actualmente?
Pues es difícil, pero no imposible. Es importante contar con alguien que te ayude a validar esa falta de amor, que reconozca cuánto te ha faltado (y te falta) y cómo eso te ha influido y sigue influyendo en tu vida, en tu forma de actuar, de sentirte y de relacionarte (o aislarte). Que te ayude a conectar con tus emociones y aprender a regularlas (a sentirlas sin desbordarte, sabiendo calmarte…). Validar es lo contrario a «pasar» de ti y/o de tus problemas o emociones. Es escuchar y acoger, aunque pueda resultar molesta o incómoda la sensación que te transmite lo que el otro te está contando.
Pero a veces, como dices, es difícil encontrar personas que sepan tratarnos así (porque es que ni siquiera se tratan así a sí mismas). Lo recomendable en esos casos, y aun cuando tengas personas comprensivas a tu lado pero no terminen de saber ayudarte, es contar con ayuda profesional. Y si no te lo puedes permitir, leer o ver vídeos de personas que sepan transmitirte esto que te dije en el párrafo anterior. Te recomiendo, por ejemplo «Lo bueno de tener un mal día», de Anabel González.
Un abrazo.
Siento exactamente que ese es el problema, no es tan fácil como decir quierete y ya!; en mi caso me pasa que estas desaprobaciones venían directamente desde mi padre, que no era un mal hombre, simplemente no sabía cómo expresar su amor, porque a él tampoco le enseñaron cómo; entonces me pasa que mi padre fallece y queda un vacío enorme por llenar en mi,que no se puede explicar por la falta de amor que nunca hubo, el dolor viene con una ansiedad impregnada como queriendo expresar que algo ahí me faltó!, Siempre he intentado buscar esta autoayuda como tu dices, pero siento que falta algo, he buscado amor ajeno, en personas que quizás son las equivocadas o e buscado el amor de formas equivocadas, lo que ha empeorado las cosas, porque el autoestima y el amor propio no se fortalece, sino que sufre de más dudas e inseguridades
Sí, las personas que no hemos tenido un amor de calidad solemos buscarlo en lugares inadecuados. O se nos hace poco… Cualquier pequeña muestra de atención o afecto nos «engancha». Es como un sediento al que, por mucha agua o bebida que le des, nunca parece saciarse su sed. Y es que, cuando uno ha sufrido una ausencia de amor, necesita «rebobinar» y «recablear» (con alguien que te acompañe con amor) para que, de alguna manera, lo que bebas te sacie. Si no, probablemente, nada lo va a hacer.
Un abrazo, y gracias por atreverte a compartirlo.
No se si este es el lugar indicado para hacer esta pregunta aunque creo que puede tener relación con lo que dice el articulo. Soy Esperanza de 37 años, perdí a mi madre con 18 años y mi padre desde que faltó ella se volvió egoísta y nos sentimos muy desatendidos mi hermano y yo, tanto que tuve que madurar antes de tiempo y hacerme cargo de los dos. Pasan los años y sigo con mucha inseguridad, miedos y sobre todo con mucha falta de afecto sobre todo el calor y la protección de una madre. Mi pregunta es ..se puede coger cariño a alguien( en mi caso una amiga mucho mayor que yo, que me escucha y se preocupa bastnte por mi)tanto que siento que necesito, cuidarla y protegerla como a una madre?. Es algo normal? Por favor alguien me puede acesorar. Gracias
Es normal, Esperanza. Por un lado, porque te da lo que no te dio tu madre. Y por otro, porque es lo que aprendiste: a cuidar de los demás.
Aprender a querer a los demás sin necesitar cuidarlos más allá de un límite sano para ti y para el otro, es posible.
Sanando las carencias y los aprendizajes distorsionados del pasado…
Un abrazo.
Irtha López crees que se lo debería hacer saber? Me cuesta mucho expresar mis sentimientos.
Muchas gracias por responder?
Hola, Esperanza.
¿Qué es lo que te gustaría decirle?
No me atrevo a decirte que se lo expreses por un motivo principal: no la conozco a ella ni te conozco a ti, y no sé cuál podría ser su reacción ni cómo te podría hacer sentir a ti. Si me dices que te cuesta expresar tus sentimientos entiendo que un motivo hay, puede ser que lo hicieras en el pasado a alguien que no supo acogerlos y que debido a eso no hayas aprendido a gestionar bien el rechazo, la incomprensión, la frustración…
En cualquier caso, yo suelo recomendar honestidad. Puedes decirle lo que has comentado aquí tal cual: cuál ha sido tu experiencia, cuál es tu sentir, por qué crees que te sientes así, etc.. Incluso puedes reconocer tu temor ante su reacción o tus dificultades para expresar tus sentimientos… Eso hará que vea que es algo sobre lo que has reflexionado y que has querido tratar de la mejor manera posible, teniendo en cuenta cómo ella puede sentirse, y que no es algo espontáneo.
Por otro lado, también me surge preguntarte: ¿qué quieres conseguir al contárselo? ¿Es necesario? Si es para ir abriéndote a los demás, estupendo. Si crees que te va a beneficiar a ti o va a beneficiar a la relación, hazlo. Sobretodo si sientes que tienes recursos o herramientas para gestionar su respuesta. Pero si no, quizás te baste con hablar de esa situación con otra persona… No creo que sea estrictamente necesario que ella sepa por qué tienes ese tipo de relación con ella; lo más importante es que lo sepas tú, y que decidas si eso es lo que quieres o si hay algunos detalles que quisieras cambiar. En ese caso, podrías comentarlo con ella, o no.
Como ves, quizás no estoy sabiendo darte una respuesta muy clara. Esto es porque tendría que conocerte mejor, tu personalidad, tu relación con ella y tus objetivos vitales en este momento para indicarte mejor. Espero que algo de lo que te he dicho te sirva a ti para reflexionar y saber hacia qué dirección encaminarte ,)
Un abrazo.
Me parece muy sanador pensar que efectivamente la necesidad de amor ajeno no te hace defectuoso, aunque es una paradoja que la falta de amor ajeno de como resultado la falta de amor propio porque justo esa es la causa de la desdicha de las personas dependientes, porque en general nos enganchamos por la necesidad a cualquier migaja de afecto, y estar esperando esas migajas es una enfermedad también, creo que la clave deacuerdo a lo que escribes es buscar a alguien que si sepa dar afecto, pero que pasaria si no lo encuentras? entonces que harias? Saludos
En mi opinión, es duro no encontrar a nadie que te sepa comprender y aceptar. Muchos «aparentan» hacerlo, pero pocos saben serlo realmente. Es triste. ¿Qué haría si no lo hubiera encontrado? Seguiría siendo igual de infeliz e insegura, me sentiría bastante desdichada. Y culpable. Hacer, haría poco. O, en realidad, lo mismo que he venido haciendo: sobrevivir sintiéndome incapaz de amarme a mí misma… Es triste, pero es así. Por eso me alegra tener como objetivo ayudar a otras personas a sentirse seguras siendo comprensiva y empática, siendo un apoyo para ellas (no alguien que les de más caña)… para que puedan amarse a sí mismas.
Gracias por tu comentario ^^ Siento haber tardado tanto en responder.
Leer cosas en internet, ir a un psicólogo. Para que al final me dijera que tengo falta de afecto y por eso soy así. Llevo toda una vida, esperando aprobación de mí madre y de los demás, en cualquier aspecto,… y ella de una u otra forma me hace sentir culpable, o inferior…. Ella nunca supo darme cariño o comprensión…. Y ahora soy adulta ( algo triste e insegura) buscando afuera » la falta de amor» y no la encuentro. En mis relaciones fracaso.
,
Terminado con lo otro…..sigo viviendo con ella. Y estar cerca de ella siento que aún me hace daño. Porque quisiera que ella cambiará , que se diera cuenta de que solo necesito que me abrace y me comprenda y no lo hace. Y me sigo sintiendo vacía…y triste. Cómo cuando era niña, adolescentes y ahora una » adulta»
Lamento tu situación, Mayra. Es la historia de muchas de nosotras. La situación es compleja: es cierto que nos ha faltado amor, y que debido a eso nos resulta difícil amarnos a nosotras mismas. Pero es importante empezar a hablar de todo esto, conectar con una persona que te ayude a entender y sanar todo esto, a darte el apoyo-amor y los recursos de los que careciste desde pequeña. Así vas recuperándote, amándote y liberándote. Haciéndote más fuerte, más segura, más independiente. Pero es un camino delicado. Mejor ir bien acompañada ^^ Me alegra tenerte por aquí. Un abrazo.
Yo me fui de casa a los 25. Lo mejor que he hecho, he intentado regresar como esposa, como hija, como madre. Su distancia me recuerda el porqué me fui de casa (que es otra culpabilidad que te quieren echar muchos, no sólo los de tu familia), ellos ya no me hacen daño y están bien. Porque he entendido que no quisieron hacerlo, que ni siquiera recuerdan haberlo hecho, que sus problemas y conflictos son mas importantes que los míos cuando sea que vaya a buscar ayuda… los dejos tranquilos, libres y yo también. No me ha ido mejor con otras personas. Alterno períodos de seguridad e inseguridad como si siempre caminara sobre hielo frágil. Supongo que es supervivencia. A veces sí me doy cuenta que me esmero en chupar energías, que me siento presa del pánico como si mi corazón se estuviera deshaciendo. Entro en depresión, en resentimiento también con las otras personas. No quiero seguir, pero sigo. Paciencia, compasión, para mí y para el otro cerrado o cerrada que en algún momento se le sale el tapón sensorial y dice: «Oye lo siento si alguna vez te hice sentir mal»…. Ya, gracias, so imbécil. (sólo lo pienso =) )
Gracias por tu comentario, Rosario. La verdad es que me encanta. Me parece resiliente, sincero, honesto, objetivo… Es cierto, la vida a veces duele, pero me encanta tu toque de paciencia, compasión y autorespeto ^^ <3 A veces alejarse de ciertas personas nos deja un poco a la deriva, sin apoyo, pero encontramos algo de calma. Una calma distinta, que no viene del otro sino de una misma.
Hola Irtha López mi caso es el siguiente, tengo una pareja y hemos tenido situaciones, sucede que ahora siento que él no me da el mismo amor de siempre, solo que otras veces está en amor y otras no, y pienso que es normal porque no siempre estamos en chulería, pero a mi me molesta o me siento incómoda hasta que en un msj él no me ponga “Mi amor” “mi vida” o algo así, últimamente tengo mucha ansiedad soy muy exigente, siempre siento que él está como indiferente, y cuando peleamos, me siento ansiosa, pero cuando nos reconciliamos también porque siento que en los msj él no me habla bonito, estoy desesperada porque por más que leo y me informo del tema no logro calmarme, ayúdame, dame algunos típs para sentirme en paz.
Hola, Mayelin.
Siento haber tardado en responderte. Y siento que estés viviendo esa situación.
La indiferencia, el «abandono», la desconexión, la soledad, el vacío, la incomprensión, la falta de atención… pueden vivirse de forma muy intensa y angustiosa. Nos conectan con emociones que hemos vivido durante mucho tiempo, desde muy pequeñas, y que han sido mal reguladas, «mal sentidas». Las experiencias de indiferencia y abandono que vivimos desde muy temprano nos generan emociones dolorosas, de miedo, rabia o tristeza que no nos ayudaron a manejar de forma adecuada. Y se quedan «enquistadas» en el cuerpo: cuando volvemos a vivir una situación similar, la carga emocional es demasiado grande y, si seguimos sin contar con recursos personales o herramientas psicológicas para afrontar esas emociones, nos vemos desbordadas, ansiosas, desesperadas… Volvemos a sentirnos indefensas, incapaces de defendernos, de protegernos, de calmarnos, de seguir sintiéndonos válidas, valiosas y dignas de amor a pesar de todo.
Ir sintiendo todas esas emociones en compañía de alguien que te permita conectar con ellas de forma segura nos ayuda a hacernos cargo de nosotras mismas y nuestras reacciones emocionales, evitando el dolor, la incomodidad o incluso la angustia que sentimos ante situaciones como las que comentas con tu pareja.
Por otro lado, hay ejercicios que nos ayudan a calmar nuestro sistema nervioso, a rebajar el miedo y la ansiedad, como soltar el aire despacio (en lugar de tratar de respirar profundo cogiendo mucho aire, porque eso activa más nuestro sistema nervioso).
Recientemente encontré otros ejercicios muy sencillos y efectivos que pueden ayudarnos a calmar parte de esa angustia o esa emocionalidad tan intensa, recuperarnos y recuperar algo de calma. Te comparto el enlace, espero que te resulten útiles: ejercicios para sostenernos, apoyarnos y calmarnos.
Un abrazo,
Irtha.
buenos dias , lo que entendi es que para curar la falta de amor ajeno, la solucion es reconocer el problema y expresarlo osea decirlo a otra persona lo que uno siente . si es asi o yo entendi mal
Hola, Juan Pablo…
Sobre todo, reconocer el problema: la falta de amor ajeno. Y si eres capaz de expresarlo y pedirle al otro algo más de comprensión, o de interés, o de respeto… fantástico.
Pero para mí lo fundamental es reconocer tu falta y tu necesidad de amor ajeno ,)
Así serás capaz de relacionarte con los demás de otra manera, más serena… Y expresarles realmente lo que piensas y sientes.
Cuando no nos reconocemos esta falta de amor ajeno vamos «inconscientemente» relacionándonos con los demás desde esta herida y esta carencia; les exigimos, de manera indirecta (no expresada directamente) que nos presten más atención. Surge la rabia, la frustración, el rencor, las exigencias… Pedimos más de lo que el otro puede darnos en ese momento, porque sentimos un vacío demasiado grande. Cuando nos hacemos conscientes de ese vacío, de alguna manera, duele menos, y podemos relacionarnos con los demás sabiendo de esa carencia, pero sin exigirles a ellos, en ese momento, que lo llenen… porque llenarlo no es solo cosa de ellos. Es cosa nuestra, y es cosa de un poco por parte de cada persona con la que nos relacionemos.
Espero haberte aclarado ^^
Un abrazo.
Pienso que la sociedad en que vivimos se está volviendo muy individualista y que en parte es por eso que se proclama tanto la idea que tenemos que trabajar sobre nosotros mismos y no esperar tanto de los demás. Confieso que tengo que trabajar mucho en relación a la rabia que me produce este tipo de mentalidad de hoy. No me gusta la dureza, lo confieso, me repugna, me repele. Pero ya digo, es necesario que trabaje la aceptación, pues no sirven de nada las resistencias, solo provocan más dolor.
Estoy convencida de que los seres humanos crecemos más y mejor unidos, colaborando, apoyándonos, fomentando por supuesto el empoderamiento pero no cada uno por su lado, sino construyendo una comunidad solidaria.
Supongo que lo que ocurre hoy en día es una fase por la que pasa la humanidad, quizá necesaria y que en algún momento nos daremos cuenta de la necesidad de volver a reconectarnos tras haber construido también nuestra individualidad.
Gracias, guapa, por aportarnos tu lucidez y ayudarnos a amar nuestra introversión, tan necesaria para ayudar a reorientar la sociedad, a equilibrarla. Porque si, yo no solo pienso que la introversión es igual de válida que la extroversion, voy más allá, es necesario que salgamos del armario y nos empoderemos: el mundo no es lo mismo sin nosotros y nosotras.
Creo entenderte, Eva.
A mí también me parece que nos estamos desconectando bastante de nosotros mismos y de los demás. Para mí la dureza es frialdad. No me gusta hacia dónde parece que están yendo muchos: la superficialidad, la «norma», todos felices, negar nuestras emociones…
Es doloroso a veces, la verdad. Pero confío, como tú, en que los que ya están avanzando en este otro camino de la conexión con uno mismo y con los otros, vayan siendo cada vez más numerosos ^^
Un abrazo, y gracias por tu comentario.
Esto del amor propio es algo que siempre me ha parecido super complicado de lograr, a veces hasta una utopia…
no tiene pasos a seguir, no tiene un tiempo estipulado, no sabes como medirlo o si vas mejorando o no, actualmente muchos hablan de eso, psicologos, coach, libros de autoayuda, etc, con los tipicos consejos a veces trillados.
Pero como tu dices, al terminar uno sigue vacio. El autoestima se forma en la ninez con todo lo que uno oye sobre si mismo en el entorno. Por eso creo que el termino autoestima es un poco erroneo, porque al final no es tan «auto», no depende en un principio de uno,
La falta de amor ajeno es clave en todo esto. Todos necesitamos un poco de aprobacion y aceptacion porque eso nos reconforta. Que curioso que casi ninguno de esos gurus se atreve a admitir decir eso.
Así es, Mary.
Interesante tu reflexión acerca de que no es tan AUTO·estima al fin y al cabo… Estoy de acuerdo.
Un abrazo,
Irtha.
Hola Irtha, he llorado lo que no está escrito leyendo este artículo. Siempre he pensado así, pero la cruel realidad es bien distinta. Y si ya es duro que no entiendan nuestra falta de amor, más duro es cuando lo has tenido y te lo quitan todos y de repente. Podría hablar contigo por privado? Te lo agradecería muchisimo. Gracias por publicar algo tan bonito ?
Hola, Gema ^^ Gracias.
Escríbeme aquí.
Un abrazo,
Irtha.
Gracias pq leer esto ya me alivio!
Es crucial entender ecompleto el problema, no todo es «yo no me amo»
También esta ese giro de la sociedad hacia la superficialidad y el despojo de emociones.
Gracias!!
Gracias, la verdad es que siempre me han maltrato por mí falta de seguridad y que me amara a mi misma, pero la verdad es que me amo mucho . Sabía que el problema no Hiba por ahí y tú blog me oriento.
Me alegra mucho saberlo, Mara ^_^
Un abrazo.
Este articulo dio en el clavo de verdad… esto del autoestima es algo tan complejo… es algo que no es tangible ni medible y es un proceso que no es claro de llevar. Si bien es cierto que debemos amarnos a nosotros mismos, tambien me ha parecido que no es tan simple ni suficiente. Eso de «enamorarse de uno mismo» como por arte de magia tambien me parece hasta un poco irreal.
Sí. A mí también me lo parece. El riesgo es conocer a personas que han cambiado «como por arte de magia», «de la noche a la mañana», y creer que todos pueden hacer lo mismo… Porque cada persona es un mundo, y no se sabe lo que esa persona que cambió radicalmente había trabajado antes a nivel personal, otros rasgos de personalidad, su experiencia, su ambiente… El entorno y las personas de apoyo son muy importantes, en el pasado y en el presente, para desarrollar una autoestima sana.
Siempre me habia parecido un poco absurdo eso de que «no esperes que los demas te halaguen para sentirte bien, debes hacerlo tu misma», claro que debe hacerlo uno, pero no vamos a negar que siente mucho mas agradable cuando viene de otra persona ya que eso te da aprobacion y seguridad! Aunque uno no debe depender de eso claro esta.
Otra cosa, si sera posible tener una autoestima increible y no dejarse afectar por nada? Si sera posible eso?
Por cierto excelente blog Irtha, te felicito.
Interesante pregunta, a la que no tengo una respuesta simple, clara, directa y firme…
Pero podemos reflexionar sobre ello… Si hablara en voz alta sobre el tema, diría que, para algunos es posible. Para otros, no. Y hay otro tercer grupo que yo diría que cree que es posible, se obsesiona con eso, e incluso cree que lo está logrando, pero solo está sumiéndose en la estrategia de la negación y la evitación de cualquier dolor y sufrimiento o emoción mínimamente negativa o desagradable.
Te voy a ser sincera. Yo soy una persona que ha tenido una autoestima muy baja desde muy pequeña. Vivía con muchos sentimientos incómodos, y los veía normales. Como decía en el artículo de «Defender la Introversión», pareciera como si yo estuviera defendiendo las emociones desagradables como algo positivo. Me aferraba a ellas. Ahora he aprendido, y sigo aprendiendo, a sentirlas pero no aferrarme a ellas. Y hacer espacio a más emociones agradables.
A veces siento envidia, y dudas, al pensar en toda esa gente que vive en estados de total aceptación, que aparentemente viven con total serenidad cualquier tipo de emoción, que tienen tal autoestima, autoconocimiento y aceptación de sí mismos, de los demás, del mundo y de la vida, que no se dejan afectar por nada…
A veces, pienso que es una fachada más, una máscara, un escaparate de venta. Estoy casi segura de que todos ellos, en la intimidad, fuera del foco, también viven situaciones intensas y retadoras que les afectan y les sacan de ese estado de serenidad. Imagino que ellos tendrán herramientas para que esos estados negativos sean menos intensos, menos frecuentes y duren menos cada vez. Pero no creo que no haya nada que no les afecte.
Intento pensar en ellos como eso, como personas que van camino a un estado de serenidad, donde tienen cabida momentos pletóricos, momentos tristes, y momentos neutros. Y que van desarrollando un estado mental y emocional que les permita vivir cada experiencia con un poco más de perspectiva. Dejarse sentir y tocar, emocionar… vivir todo el espectro de emociones humanas. Sin apegarse a ellas. Sin dejarse definir por un rango de emociones (solo las felices o solo las tristes). Abriéndose a todas ellas.
En definitiva, creo que tener una autoestima increíble no es incompatible con seguir sintiéndote y dejándote afectar por ciertas cosas… la injusticia, la compasión, la pena. Sin que ellas te paralicen más allá de la reflexión y la toma de una decisión firme hacia la acción.
Gracias por tus comentarios. Me alegra que lo que he escrito en el blog te resulte tan atractivo, interesante y útil.
Un abrazo fuerte,
Irtha.
Buenas Irtha, realmente compartes información muy valiosa en este blog. Es increíble cuando lees las experiencias de otra persona y te identificas tanto. Me has ayudado a profundizar en quién soy y a cambiar mi visión negativa sobre la introversión. Te agradezco que hayas compartido otras fuentes sobre el tema como Susan Cain, es genial el artículo
«When Your Ideal Self Isn’t Your Real Self».
Me gustaría corresponderte con otras informaciones que he descubierto y que al leer precisamente este artículo me han venido a la mente. Quizás ya lo conoces, existe un vídeo en youtube que se llama «Redescubrir la vida» de Anthony de Mello, trata entre otros muchos temas: el amor. Es posible que si lo ves y reflexionas sobre lo que se dice en él cambie tu percepción sobre la «necesidad» del amor ajeno. A mí me hizo ver este asunto de una forma totalmente distinta de como se nos enseña desde nuestra cultura. Fue de gran ayuda para mí y quizá lo sea para ti también, aunque eso lo tendrás que juzgar tú. ; )
De verdad, muchas gracias de nuevo.
Y un gran abrazo.
Muchas gracias por tu recomendación, Alicia. Lo veré con calma en cuanto pueda ,) Me interesa ver otro punto de vista sobre el tema. Anthony de Mello me emocionó en su momento, cuando leí algunas cosas suyas. Seguro que ese vídeo me aportará cositas bonitas.
Un abrazo! ^_^
Como me dijiste en el email es un camino doloroso este q comencé pero es necesario, para salir de la equivocación q tenia, este articulo me hizo comprender muchas cosas y a la me lleno de nostalgia y dolor, pero ahora lo entiendo mejor. Gracias x compartirlo.. Un fuerte abrazo..
Sí, creo que el camino del crecimiento personal es agridulce. Te das cuenta de algunas verdades dolorosas, amargas, pero eso te ayuda a ver mejor la realidad y a quererte un poquito más y mejor, y esa es la parte dulce…
Gracias a ti por apreciarlo, Ana.
Un abrazo,
Irtha