En mi proceso de sana aceptación de mi forma introvertida de ser he descubierto que hay dos formas de aceptación, y que no aplicar la forma correcta me ha estado impidiendo aceptarme verdaderamente a mí misma, y sentirme en paz.
Pues sí.
Las dos formas de aceptación de las que te voy a hablar son necesarias, pero habitualmente aprendemos a aplicar solo una y se nos olvida la fundamental, la que implica verdadera aceptación.
Y sin una aceptación completa y profunda, es difícil experimentar una paz o una felicidad completas, profundas y duraderas.
¿Por qué es importante la aceptación?
Últimamente, como sabrás, estoy viviendo un proceso terapéutico tras llegar a un punto en mi vida en el que sentía que necesitaba la ayuda de alguien más para acceder a aspectos más profundos de mí misma.
La semana pasada dimos un paso más en este proceso de sanación y transformación y hablamos de “las 5 heridas que te impiden ser tú”.
En este libro, Lise BourBeau nos cuenta que nuestras heridas nos hacen reaccionar, actuar en piloto automático, sin consciencia, sin control voluntario por nuestra parte…
Reaccionamos sintiéndonos rechazadas, humilladas, traicionadas, abandonadas o tratadas injustamente.
Y claro, de esta forma, nos quedamos sin energía para construir una vida basada en la confianza y el amor.
Además, según nos cuesta Lise Bourbeau, estas heridas se mantienen con la no aceptación completa y profunda, en sus dos formas, de lo que nos acontece en la vida, incluyendo las propias heridas y nuestras máscaras.
Pero no me enrollo más.
Te invito a leer el libro completo y, mientras tanto, voy a compartir contigo cómo me ha ayudado a mí descubrir las dos formas de aceptación que existen.
¿SABÍAS QUE… hay dos formas de aceptación, y seguramente no estás aplicando la correcta?
Vamos al lío: las dos formas de aceptación que existen son:
1/ aceptar la experiencia
2/ aceptarnos a nosotras mismas
Aceptarnos a nosotras mismas incluye, muy a menudo, aceptar la experiencia. Pero aceptar la experiencia no implica aceptarnos a nosotras mismas.
Y, precisamente, el problema es -o al menos ha sido el mío- es que recurrimos mucho a la primera y no tanto a la segunda.
¿En qué consiste aceptar la experiencia?
Básicamente, una acepta la experiencia cuando entiende que las cosas ocurrieron como ocurrieron por un motivo, aunque no sepamos cuál es en este momento.
Es lo que solemos hacer: “racionalizamos” la situación y nos decimos que las cosas fueron como tenían que ser, que la otra persona tenía derecho de actuar como lo hizo…
Pero falta la segunda parte de la aceptación.
¿Qué es aceptarte a ti misma?
Aceptarte a ti misma consiste en permitirte haber reaccionado como reaccionaste, haber hecho lo que hiciste, sentirte como te sentiste, decir lo que dijiste, pensar lo que pensaste, tratar a esa persona como la trataste…
No nos permitimos habernos enfadado, habernos sentido traicionadas, abandonadas, haberle exigido al otro que nos prestara más atención, que nos cuidara más o mejor.
No nos permitimos sentirnos tristes, o habernos alegrado del fracaso de otra persona…
Enseguida racionalizamos la experiencia, la aceptamos, aceptamos lo que pasó….
Pero realmente no nos permitimos sentir ni nos perdonamos por sentirnos como nos sentimos.
Aceptar la situación y aceptarse a una misma: ejemplo con la introversión
Voy a ponerte un ejemplo que quizás puedas entender y utilizar para tu propia transformación.
En mi proceso de aceptación de mi forma introvertida de ser he llegado a entender y aceptar:
- que otras personas me pidieran ser más segura y extrovertida.
- que yo no supiera responder a sus expectativas
- que me sintiera mal
Pero lo que aún no he conseguido es:
- aceptar, permitirme, profundamente, ser introvertida
- aceptar que soy insegura y que me molesta profundamente que otras personas intenten presionarme para que no lo sea
- aceptar que me sentí tratada injustamente y sentir rabia, rencor, celos…
- aceptar que hay momentos en los que siento que las personas me hacen la vida más difícil y que desearía que se portaran mejor conmigo, que me pusieran las cosas más fáciles, que fueran más empáticas, más sensibles, más comprensivas…
- etc.
Es decir, he llegado a entender mi forma introvertida e insegura de ser, pero aún considero que no está bien serlo.
Aún no me permito completamente serlo. Sí, he avanzado mucho en poco tiempo, pero aún hay situaciones en las que no me acepto profundamente.
Y la aceptación es fundamental.
Si no acepto esto, si no me acepto completamente por ser quien he sido, quien soy quien estoy siendo en estos momentos y quien posiblemente seré, jamás podré sentirme en paz, jamás podré sentir auténtica felicidad.
Cómo NO aceptarse a una misma
Por tanto, la conclusión a la que llego y que por fin SIENTO (además de saber), es que no me estaba aceptando a mí misma correctamente.
Para poder hacerlo, para aceptar verdaderamente mi forma introvertida, insegura, injusta, sensible, envidiosa, empática, responsable, desordenada, descuidada, exigente, perfeccionista, desconfiada, evitativa, atenta, amable… de ser, hay algo que debo cambiar.
Tengo que empezar a reconocer cuándo estoy limitándome a aceptar la experiencia.
Tengo que darme cuenta de que estoy racionalizando para evitar ir más adentro y conectar con mis verdaderas emociones.
Tengo, por tanto, que dar un paso más, y sentir verdaderamente lo que estoy sintiendo.
Sin pensar en que esta emoción pasará.
Sé que pasará, y sé que la siguiente fase en mi proceso de sanación quizás sea enfocarme en que las emociones pasan.
Pero por el momento debo pasar un tiempo conectando con ellas.
Porque en algún momento de mi vida aprendí a vivir el proceso muy rápido, o lo empecé por el final.
Empecé por aceptar la experiencia, por racionalizarla, por justificarla, por darle un sentido…
Porque aprendí (no sé si al estudiar psicología o leyendo algún libro de autoayuda) que los demás no eran responsables de mis emociones.
Y, quizás, interpreté que ese conocimiento implicaba ser más justa con ellos.
Y que ser más justa con ellos significaba no reaccionar emocionalmente a sus palabras (o silencios).
Y me olvidé de permitirme sentir lo que estaba sintiendo.
Ahora sé que puedo aprender a ver a los demás de manera justa, sin hacerles responsables de mis sentimientos, y permitirme al mismo tiempo sentir que he sido tratada de manera injusta.
Una cosa no quita la otra.
Entender que los demás no son responsables no implica dejar de sentir.
Y eso era algo que había olvidado.
Y que me había estado impidiendo sanar.
Porque estaba negándome a mí misma.
Estaba negándome sentir. Estaba negándome ser.
Estaba negando mis partes oscuras. Lo inadecuado.
Por querer ser la niña buena. Por querer ser justa.
Por querer ser madura. O aparentar que lo era.
Para conseguir el afecto de los demás.
Para creerme que estaba siendo justa y madura.
En resumen:
Negarse a una misma = no aceptación.
Aceptación = permitirse sentir, permitirse ser quien se es, tal y como se es.
Mis consejos aceptarte a ti misma profundamente
Dedica unos momentos a mirarte, a mirar tu vida: ¿eres como yo, de las que aplican a diestro y siniestro la “aceptación de la experiencia”, pero no te permites “aceptarte a ti misma” profundamente?
El segundo paso es, obviamente: aceptar estar aplicando este “filtro” a tu vida.
Acepta haber llegado a vivir en automático aceptando las cosas como son, a las personas como son, a ti misma como eres… sin llegar a permitírtelo sinceramente.
Practica el conectar con tus emociones.
Permítete estar un ratito con esas emociones incómodas. No para que te duelan menos. No para sentirlas menos veces o con menos intensidad. Sino precisamente, para conocerlas y sentir cómo se siente.
Y ver que no está mal sentir así.
Para ello, yo identificaría, como introvertida, con qué aspectos tiendes a usar más la “aceptación de la experiencia” (la justificación, la racionalización).
¿En qué situaciones te cuesta más conectar con tus emociones, y permitírtelas?
¿Qué emociones son las que más te cuesta aceptar o permitirte sentir?
Bucea en tu día a día, aprendiendo a disfrutar de sentir tus emociones.
No las niegues.
Negarlas es lo que te impide sentirte completa. Sentirte en paz.
Siéntete mal si crees que ser introvertida está mal.
Siéntete rechazada, incomprendida, avergonzada, tratada injustamente…
Permítete sentirlo.
Ya llegará el momento de hacer otra cosa con eso (no sabemos cuándo). O no.
Pero por ahora, siéntete.
¿CANSADA DE SENTIRTE INFERIOR?
Suscríbete al blog y recibe la guía «Las 12 Claves para Amar tu Introversión» y enamórate de una vez por todas de tu forma introvertida de Ser.
Muchas gracias por este post, en verdad me sentí muy identificada porque yo justamente acabo de pasar por uno de esos horribles momentos, mis compañeras de trabajo han agarrado la manía de anteponer la frase «eres muy seria, casi no hablas» antes de pedirme cualquier favor que me van a pedir o antes de iniciar algún tipo de conversación, lo malo ha sido que justamente me han tomado desprevenida, de esas veces que mi energía y mi ánimo no andan al cien, lo que ha ocasionado que haya pasado una semana horrible, sintiendo tanta rabia y frustración, he tenido ganas hasta de renunciar con tal de no seguir escuchando esas estúpidas frases. Para mí eso equivale a que yo fuera por la vida diciéndole a las personas «oye es que eres tan pesad0/a» o «oye es que eres tan groser0/a» para iniciar alguna conversación y esperar que las personas no reaccionaran mal… en fin, este proceso de aceptación sé que será largo pero sé que es lo mejor para mi, porque después de todo seré yo quien tenga que vivir con esto y aprender a sacarle el mejor provecho.
Siento que tengas que vivir esa experiencia. Desde luego no me parece la mejor forma de iniciar una conversación por parte de tus compañeras. A otros a los que «les de igual todo» incluso podrían seguir la broma. Pero entiendo que no todos gestionamos igual las emociones que esos comentarios pueden suscitar. Y menos si, como tú dices, andamos bajitos de energía. Te felicito porque tu autoconocimiento y autoaceptación ya son un pasito. Espero que consigas transformar la forma en la que tu cuerpo y tu mente reaccionan en esas situaciones, para que no minen tu autoestima ni te quiten tanta energía.
Un abrazo grande, Gabriela.
Gracias por pasar por aquí y compartir tu experiencia.
q buen post ,en algunas experiencias recientes,no me costaba aceptar lo q paso,por ej. aceptar q alguien muy especial para mi decida alejarse , pero si me negaba a sentir,con respecto a lo q pasaba ,y ahora q lo escribo, me da la impresion q no aceptaba ninguna de las cosas. al principio me funcionaba,porq hacia de cuenta q no me importaba , me distraia con cualquier cosa.
Me cuesta mucho aceptarme, permitirme sentir y dejarlo fluir, sobre todo cuando estoy triste o hay algo q aun no sana y me duele , Como si me fuera mas facil negarlo o dejarlo pasar, y aunq se q no es bueno, a veces lo hago. Pero se q eso no cambiara las emociones q oculto, Se q en algun momento querran salir y voy a explotar , por algun lado querran salir. Asi que como no quiero llegar a eso intentare hacer lo correcto por lo menos de a poco , gracias por todo.
Hola, Ana ^_^
Poco más puedo añadir a lo que has dicho. Salvo que (por lo que yo interpreto a raíz de una expresión que has usado en tu comentario), me permito invitarte a ver, si te apetece y te funciona, el objetivo de otra manera: en lugar de pensar en sentir más para no llegar a explotar (lo cual a mí me transmite una sensación de ansiedad considerable), plantearte el empezar a sentir como un experimento, como un proyecto de autoconocimiento y disfrute… Sentir por el mero hecho de sentir y ver cómo es, y sentirte más completa, no por evitar una «catástrofe». Es cierto que la posibilidad está ahí, pero me atrevo a opinar que, si no te ha pasado aún, y por la forma en la que hablas, con bastante seguridad pasaría aún mucho tiempo antes de llegar a ese punto.
Así pues, ahora tienes una oportunidad para ir modificando esa forma de reaccionar ante situaciones que no son del todo agradable. E ir haciéndolo despacito y con cariño. Ir permitiéndote sentir y expresar emociones pequeñas, seguras, para ir poco a poco pasando a experimentar sensaciones más complejas, profundas e incómodas… Te invito a hacerlo con placer en la medida de lo posible.
Creo que ya estás en el camino, así que felicidades y sigue adelante =)
Abrazos,
Irtha.
Gracias Irtha, me siento muy identificada en varios aspectos, hace tiempo he estado trabajando en mi misma, en aceptarme con lo que me gusta de mi y lo que no.
También leí el libro que recomiendas, sin embargo no es un tema que pueda conversar con nadie a mi alrededor para obtener otro punto de vista, especialmente por eso me ha resultado muy enriquecedor tu post, no había reparado concientemente en esas dos formas de aceptación, pero lo he vivido y sentido como tú, sé perfectamente a qué te refieres.
Tenemos además un «boom de iluminación» en donde si te das permiso de ser oscura alguna vez, menos encajas.
En mi caso es muy reciente el asumirme introvertida, siempre me sentí distinta y al verme rodeada de extroversión desarrollé un sexto sentido para intuir lo que los demás querían de mí y así ser aceptada.
Hasta que entré en crisis, inicie una búsqueda de mis «porques» y poco a poco voy descubriendo quien verdaderamente soy; así ahora SÉ que entre otras cosas soy introvertida, sensible y muy emocional. Esto para mi es todo un hallazgo pero también un descanso saber que todo lo que siempre pensé que estaba mal en mi, no lo está, simplemente no tenía un contexto empático con mi forma de ser.
Ya no me importa encajar, me importa conectar pero de una manera respetuosa conmigo misma. Ya no estoy dispuesta a ser quien no soy para que me quieran.
Es un placer leerte a ti y a tu comunidad, gracias de nuevo!
Me alegra leer tu proceso, Paloma.
Encontrar espacios y personas con las que compartir tus aprendizajes, «iluminaciones», tus por qué’s, etc., alivia bastante y creo que es una ayuda importante para sentirnos mejor con nosotras mismas y poder seguir avanzando.
No sé si sabes que tenemos un grupo privado de Facebook (Introvertidamente Felices); donde tienes otro espacio y personas con las que poder hablar de estos asuntos sin sentirte rara. Más bien, diría que te sentirás escuchada y comprendida en muchos casos. Te lo comento por si te interesa ,)
Gracias, Paloma, es un placer leerte a ti ^_^
Un abrazo,
Irtha.
Hola Irtha,
Muy interesante tu reflexión sobre el tema. En diferentes etapas de mi vida sí que he vivido la introversión como algo que no me ayudaba a encajar, lo cual me agobiaba y aunque sí que disfrutaba de mi forma de ser, también sufría por ello. Al pasar los años, me he encontrado que cada vez tengo más intereses en común con los demás, me da la sensación de que en parte es porque yo me atrevo más a mostrarme, que lógicamente uno se mueve en un entorno más afín, mismo trabajo, estudios, zona… y que también con la edad las personas, en general, nos volvemos más introspectivos. Es decir, que ahora me siento que encajo mucho más que antes, aunque haya sacado el tema, pero siempre hay algún momento en que, como dices, echas de menos la intensidad o incluso no participas en algo si no anticipas una conexión a ese nivel. Un abrazo.
Genial, Ana.
Tienes toda la razón, con la edad todos tendemos a volvernos algo más introspectivos ,)
Me alegra saber que cada vez más te sientes conectada a los demás y que lo que comentabas sigue siendo una parte pero más pequeña de tu vida.
Abrazos,
Irtha.
Aceptar, que verbo tan difícil de conjugar, tanto en singular como en plural.
Tal como lo describes Irtha no me había percatado que la aceptación tiene estas dos vertientes, la de aceptar los hechos ocurridos y aceptarte a ti misma durante estos hechos, puedes aceptar lo que pasó sin aceptar tu reacción, y puedes aceptarte a ti misma dentro de la situación y por ende aceptar lo que pasó como un proceso que se integra una vez que te aceptas.
Me gusta esa parte en la que mencionas los rasgos de tu personalidad sin diferenciar cuáles son virtudes y cuáles de ellos defectos, son parte de ti, van en cualquier orden y ninguno tiene preponderancia, solemos colocar primero las virtudes y luego los defectos, o viceversa, pero colocarlos de esta forma como lo has hecho tú me ha gustado bastante porque me hace ver que lo que eres no tiene porque llevar una etiqueta y esto es un primer paso para aceptarte.
Muchas veces no nos aceptamos porque estamos constantemente buscando aprobación, nos preocupa lo que los demás piensan de nosotras y eso nos deja en una burbuja en la que es imposible salir e ir en búsqueda de nuestra aceptación, hay que soltar el afuera e ir hacia el autoconocimiento para que la aceptación tenga cabida en nuestras vidas.
Excelente post como siempre.
Pues yo te agradezco a ti tu comentario, Eliana. Ha sido excelente =)
Me has ayudado a hacer conscientes más cositas que las que escribí en el post. Es cierto que no pretendía hacer distinción entre fortalezas y debilidades porque, como tú dices, a veces es inútil etiquetarlo de una u otra forma. Y es que una misma característica de nuestra personalidad puede ser por momentos positiva y al siguiente dejar de serlo.
En ese momento estoy de empezar a flexibilizar mi identificación con ciertas etiquetas, aunque para ello estoy aún en fase de tomar consciencia de ellas, de cuándo busco el definirme de una manera categórica que me impide ser flexible conmigo misma y aceptarme.
Y el tema de la búsqueda de aprobación exterior… lo has explicado perfectamente. La aceptación interior es muy difícil de alcanzar cuando la buscamos fuera.
Un abrazo grande.
Siempre es un placer tenerte por aquí.
Hola Irtha,
Me ha gustado mucho tu post y me siento bastante identificada con lo que estás viviendo. Agradezco tu labor de búsqueda que al mismo tiempo me aporta nuevos puntos de vista. Reconozco que hay algo en mi introversión que no acabo de aceptar y es justo la necesidad de conectar con la gente. Es decir, que a veces, siento que como chica, reconozco que puede ser una generalización, pero así me contradices o no, algo en mí prioriza el encajar, el conectar emocionalmente con los demás y es lo que me hace dudar. Justo los libros que han puesto sobre la mesa el tema de la introversión y/o sensibilidad son mujeres, o por lo menos los que conozco, y sale la parte del no encajar. No digo que ser hombre introvertido sea fácil, pero a veces me da la sensación que tienen mayor desapego de conectar emocionalmente y es más de conectar en intereses, es decir que me imagino perfectamente e incluso conozco chicos con ese perfil de «pensador» que lo integran de otra manera. Una clara generalización, pero me gustaría conocer tu opinión al respecto, más que nada porque entonces sí que es algo más bien personal, no algo intrínseco a la introversión, sería un poco en consonacia de que el introvertido de tipo más emocional puede encontrarse con más dificultades de aceptarse. Un abrazo.
Hola Ana,
Me parece una reflexión interesante. A ver si lo he entendido bien.
Entiendo que te preocupa tu necesidad de conectar emocionalmente con otras personas, algo que ahora mismo sientes que no estás consiguiendo, ¿me equivoco?
Y que quieres saber si es cosa de los introvertidos en general, de las mujeres introvertidas en particular, o propio tuyo en concreto (el no llegar a conectar o sentir que no encajamos). ¿Es así?
En mi opinión, diría que es en parte cultural (en cuanto a la diferencia de género), en parte debido a la introversión (y en concreto al tipo) y, es muy probable que una parte de esa dificultad también se deba a tu experiencia particular.
Pero no eres la única, eso sí.
El tema del género en la introversión no es la primera vez que me preguntan sobre ello, y es probable que hable de esto muy pronto, quizás en el próximo artículo.
Pero, a bote pronto, podría decir que los chicos suelen sentir presión a ser más pensadores, como tú dices, a dejar aún más a un lado su emocionalidad, su necesidad de intimidad. Eso les hace más difícil (a chicos y chicas) sentir que pueden conectar o encajar y les predispone a necesitar aún más el conseguirlo. [Hago un kitkat para comentarte que me ha sorprendido ver que hay 6 personas interesadas en asistir a la charla que daré el jueves 24 sobre introversión, y 5 de ellos son hombres, así que se ve que no lo llevan tan bien, al menos no todos, como podría parecer; es más, podríamos decir que estos introvertidos emocionales son los que peor lo llevan].
Por otra parte, los introvertidos, igual que los extrovertidos, necesitan conectar, pero lo hacen de manera distinta. Al dar mayor importancia al interior, buscan poder ver y enseñar esa parte íntima de ellos y si no lo conseguimos nos sentimos fracasados, poco valorados…
Si son introvertidos y emocionales, aún más. Porque la conexión se busca a un nivel aún más profundo y, en general hoy en día, se teme la emocionalidad, la vulnerabilidad, tanto propia como ajena. Parece, como comentaba India Morotî en la publicación del artículo en facebook, que hablar de sentimientos lleva a los demás a pensar que estamos mal. Y todos evitamos esto… Pero claro, al evitarlo, estamos negando una parte de nosotras, y no logramos conectar al 100% con la otra persona, o eso sentimos…
Se me ocurre que algunas ideas para vivir en paz con esta parte de ti es, evidentemente, aceptarlo, no negarlo. Buscas conexión y no la sientes, perfecto. Acéptalo. Es totalmente normal. Yo no te juzgo por sentirte así. Entiendo perfectamente por qué puedes sentirlo.
Segundo, no dejes de buscar conectar.
Tercero, transforma algunas creencias. Por ejemplo, veo que para ti conectar=ser apreciada=soy valiosa. Por tanto, no conecto=no soy apreciada=no valgo. Corrígeme si me equivoco… Es solo una impresión. Si estoy en lo cierto, te recomiendo empezar a enriquecer esta creencia: hasta ahora creía que para sentir que valgo tenía que encajar y conectar a un nivel profundo con otras personas (quizás con todo el mundo); ahora me permito sentirme valiosa de distintas maneras.
Cuarto, en relación al anterior punto, aprecia distintas formas de conectar: empieza a prestar atención y valorar conexiones pequeñas y superficiales. Y ten en cuenta que, en ocasiones, rozar la superficie es la única manera de poder llegar más profundo. Así dejarás de temer o infravalorar las conexiones superficiales y las verás como un paso previo para lograr lo que tú buscas.
Quinto: por supuesto, busca conexiones intensas con otras personas introvertidas como tú =)
Diría que a medida que vas permitiéndote necesitar conectar con los demás, al mismo tiempo que no te limitas a estas conexiones para sentirte valiosa, y que vas apreciando contactos que antes no valorabas como tal, irás experimentando mayor liberación, sentirás que vas encajando, o que no te importa tanto no encajar, porque a tu manera, sabes que encajas en otro molde que no es en el que estabas tratando de encajar hasta ahora…
Espero que algo de todo esto te sirva.
Puedes seguir preguntándome por aquí o al email si quieres que te aclare algún aspecto concreto de mi testamento =P
Muchas gracias por tu comentario.
Ha sido un placer poder reflexionar sobre todo esto.
Abrazos,
Irtha.